EDUARDO FERNANDEZ


EDGARDO PALLARES BOSSA
ENERO 22 DE 2013

Con el tiempo y el medio ambiente, las cosas se van degradando, el papel por ejemplo, así como los discos magnéticos, todo es sensible a los malos tratos, y para evitar ello, se precisa de otro sistema que la humanidad viene investigando y estamos seguro que llegara el tiempo en que una gota de sangre serviría para la identificación de una persona, familiares, historias clínicas y un largo etcétera.

Hago este introito, porque de esta manera nos acercamos a un aficionado, bacteriólogo de profesión, a quien en Cartagena no se le ha hecho el reconocimiento que merece. Se trata de Eduardo Fernández Guerrero, quien con su magisterio taurino, ha venido inoculando el acercamiento a la fiesta brava a muchos nuevos aficionados que hoy se congregan en la Tasca de la Peña “Cartagena de Indias” en el histórico sector de las Bóvedas.

Como presidente la peña, Eduardo me invitó a disertar en la Tasca, hace ya varios lustros que no vale la pena señalar, en un demostrativo de cómo en el seno de esa agrupación, siempre se ha vivido el interés por robustecer la cultura taurina. Hombre de vastos conocimientos, que sabe hacer próximo el pasado, no descuida el presente y deambula en la exactitud del toreo actual, para ofrecer una dimensión exquisita de lo que debe ser un buen aficionado taurino. ¡Qué bonito es acumular riquezas tauricas a su lado! Por eso pervive la agrupación, pues Fernández Guerrero ha sabido enzarzar sus conocimientos con la savia nueva en Cartagena y es uno de los pilares que con su peña taurina, sin querer, ha logrado mantener la llama de la afición, aún encendida, en este gadir cartagenero.

Así mismo como en el toreo, el toro no debe perder su “animalidad”, igualmente a los aficionados les asiste el derecho humano a la libertad y la cultura y por eso tienen el derecho a elegir y por tanto, a defender la fiesta a su manera, incluso instruyendo a nuevos aficionados, como lo hace Eduardo, entre ellos, sus hijos, para trascender la tauromaquia en esta región. No ha sido aficionado de escaramuzas, todo lo contrario, ha sido más bien de un talante humilde, serio y sereno, muy a pesar de su sabia cultura, como quizá aplicando aquella tesis de Gisele Halimi, cuando dijo: ¡una fe es tolerable si es tolerante1! “, y por ello, nunca se le ha visto descompuesto, sino fiel a su afición. Esa afición que fraguó desde chico, fortaleció en México y le dio musculo con los años en España y su tierra querida. Y es que para ser buen aficionado como Eduardo, no se necesitan las épocas de viajes supersónicos. Se necesita es el destello cromático de la intelectualidad, porque la representación taurina está basada en la integración de dos elementos contrarios, que tienen que invertir sus valores y uno de ellos revela la muerte. Por eso al toreo siempre se han acercado los intelectuales asi como aficionados cenitales como Fernández Guerrero.

FERNANDO SAVATER


EDGARDO PALLARES BOSSA



Enero 26 DE 2013

Asistí en compañía de mi hermano Jorge, anoche (escribo a la mañana siguiente del 25 de enero) a la tertulia del filósofo vasco Fernando Savater en el Teatro Adolfo Mejía, dentro de la programación del mejor de los eventos conque que cuenta nuestra ciudad, el HAY FESTIVAL. Y asistí con un propósito, que no era otro que preguntarle al final, su expresión conceptual sobre las corridas de toros. Pero no fue necesario, pues Carlos Grasnet remató la tertulia con esa pregunta.

Fue una noche exquisita, agradable, donde Savater repasó sus más importantes obras con una fluidez vinculante a la hilaridad, que de por si integra de inmediato al auditorio. Dejó ver el escritor hispano la necesidad del ser entrañable con la ética, sin buscar “dilucidar lo imposible”, sino convivir con esas fronteras y tener una mejor relación con nuestros semejantes. Y para hacer ostensible sus palabras acudió a un ejemplo de la caída de un pajarito recién nacido del nido de su madre. Si te das cuenta de ello, lo recoges lamentándote y lo devuelves al nido, aun cuando no tengas esa obligación mientras si encuentras a un bebe abandonado, es tu responsabilidad y obligación llevarlo a las autoridades competentes, salvar esa vida. La dignidad y los derechos humanos.

Se expresó sobre las corridas de toros de manera general aduciendo que tanto el toro de lidia como el caballo, son criados para un fin, y las corridas de toros que “ son una interpretación cruda, pero no cruel,donde el toro de lidia es partícipe. Tratar bien a un toro de lidia consiste precisamente en lidiarlo “, expresó Savater. Y allí resurge la ética, pues al toro se le reconoce la excepcionalidad. El toro se conjunta con el torero para plasmar belleza y quienes están en contra de ellos no tienen moral para esa manifestación, porque el toro muere en la plaza trascendiendo esa muestra, mientras al morir en un matadero, evidenciamos algo desagradable y lo bello no se confunde con lo agradable ni con lo desagradable.

En su última novela “Los invitados de la princesa”, narra la historia de un evento cultural, una fiesta de la cultura en una isla llamada Santa Clara y cuando ya todos los invitados han llegado, se produjo la erupción del volcán Irineo y es tal la nube de cenizas que se suspende toda operación aérea y marítima y la población de la isla se vio obligada a presenciar la festividad cultural. ¡Pues así habrá que hacerles a los presuntos animalistas con las corridas de toros! Grato, muy grato haber asistido a ese conversatorio entre Fernando Savater y Carlos Grasnet, porque se acumula riqueza intelectual y porque se destacaron las bases éticas que antes habían sido áridas, hasta convertirlas en terrenos fértiles. En la ética está la razón del toreo y de toda actividad humana.



TOROS EN RADIO Y TELEVISION

Una excusa idónea para desdibujar la falta de corridas en Cartagena de Indias, ha sido reunirnos en casa de Guido Benedetti, con un grupo de aficionados, entre ellos Carlos Corrales, Oswaldo Martínez y Jorge Pallares, para ver la grabación completa de la famosa encerrona de José Tomás en Nimes, en su vetusto circo romano. Como el toreo está encriptado en las entretelas colombianas, era justo descarrilar el ayuno táurico con la muestra de un torero como José Tomás, quien solo toreó tres corridas el pasado año, pero todas a un valor que no tiene parangón, desbordando a los presuntos amigos de los animales, como el arrogante Gustavo Petro, quien estamos seguros pronto verá el atardecer de su equivocada posición.Decía Antonio Machado que “el hombre nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre”, y eso fue lo que José Tomás hizo ostensible en esa tarde nimeña. Fue variado en su quehacer, pero por ser tan puro en su toreo, expuso en exceso, porque en los seis astados lidiados, les dio todas las ventajas a los toros, demostrando una vez más que en el toreo está entrañable el riesgo de la gloria, no de perder la vida, porque la muerte es parte de la vida misma. Para José Tomás es más importante el riesgo de la gloria, no de la cornada que puede sobrevenir. Su toreo es de él, de nadie más. Tiene que sentirse crecer por dentro. Es una interpretación enigmática, como su personalidad, porque te horada con la expectación, te penetra con el miedo, pero te subyuga con un equilibrio de descanso y tranquilidad, cuando se encaja y ejecuta lances y muletazos. Esa es su personal técnica, que yo diría “técnica sobre técnica”, porque para hacer lo que él hace, la técnica es necesaria, pero la apabulla con las ventajas que da a los toros. ¡Por eso es excepcional! Fue una corrida donde, reitero, los toros tuvieron libertad, donde el lidiador les dio todas las ventajas y evidenció lo que siempre ha sido esta creación artística que es el toreo y que lo hace indefinible.Concluida la Feria de Manizales, nos resta en esta temporada las corridas de Medellín, que sin José Tomás, nos la hacen viva en RCN, Iván Parra “Parrita”, Alberto Lopera “Loperita”, Julián Parra y el mejor torero de América en la historia, como es César Rincón, quien ya le cogió la distancia al micrófono y se explaya en buenos comentarios. Esperamos entonces Medellín por RCN; Cartagena con una plaza en excelente estado en su planta física, pero lastimosamente en conciertos vallenatos y volver a los videos con José Tomás en la Tasca de la Peña “Cartagena de Indias”, para que la luz ígnea de la antorcha se convierta en fuego puro en el 2013.

DESPUES DEL TRIUNFO EN NIMES JOSE TOMAS Y JUAN PEDRO

Por: EDGARDO PALLARES BOSSA

Septiembre 24 de 2012

No puedo dejar pasar el trascendental triunfo en Nimes (Francia) de José Tomás y su encerrona, que tras el balance orejil, ha pasado a la historia. Pero, que bonito es recordar que el diestro de Galapagar selló su triunfo con un toro de Parlade de Juan Pedro Domecq Solís, el gran científico de la cabaña brava, en de la toreabilidad y el llamado toro artista.

Y no es la primera vez que esto acontece, pues años atrás, todavía en vida Juan Pedro, José Tomás había tenido éxito insospechados con reses de esta divisa, que un investigador y especialista como el ganadero de “Lo Alvaro”, quien antes había adquirido el hierro por antigüedad de Duque de Veragua, hizo lo mismo con el hierro de artistócrata sevillano Fernando Parlade, buscando revivir el nombre del prestigioso ganadero, quien solo algunos diez años estuvo al frente de su ganadería que orientaba realmente Ramón Mora Figueroa, hijo del Marques de Tamarón y tío de Juan Pedro Domecq Solís.

Mucha falta hace Juan Pedro en su campo bravo, aun cuando su hijo continua la saga y se ha dedicado con profesionalismo a evidenciar la obra de su investigador padre, que gracias a la consanguinidad aportada a sus reses ha fijado los caracteres que ha venido buscando y que registra en su libro “Del Toreo a la Bravura”, para poder lidiar un toro con las virtudes que hoy se necesita para la interpretación de un espectáculo indefinible, por las maneras en el comportamiento de los toros, que ya destaca unos aportes solo para el torero, antes que una expresión de poderío. ¡porque en el toreo se invierten los valores!.

Hoy, en mi concepto, es más importante para un ganadero, la fijeza y la toreabilidad. Pero, como dijo Juan Pedro: “Para crear un toro y hacerlo evolucionar, es imprescindible tener unos conceptos muy claros, definidos y constantes”. Y de la fijación de los caracteres y la quema de sementales, parte que el toro sea pronto, como el que indultó José Tomás; que se rebose en la embestida con un tranco definido; que sea armónico y cuesta abajo, para que se facilite el humillar e impregne de mayor estética el muletazo; y esa serie de virtudes necesarias para la ejecución de una gran faena.

José Tomás llevó a cabo en Nimes (Francia) una excelsa faena al toro “Ingrato” de Parlade, que no fue tan ingrato, y, su acometividad llevó al diestro a culminar una tarde pletórica de estética, basada en una técnica insuperable por el sitio dado a sus toros, encajándose, ligando y soltando, en una auténtica muestra de torería, sin embargo, así como el torero estuvo extraordinario, hay que dar valor al ganado lidiado aquella tarde, sellada con el indulto del toro de Parlade. Cuando se suceden esas corridas, el toreo es inacabable. No lo vamos a olvidar.

Almeria. La tarde de Sebastian Castella

A PROPOSITO DEL ALCALDE DE CARTAGENA ABRIR LOS OJOS

Por EDGARDO PALLARES BOSSA

Julio 24 de 2012

La situación de Cartagena de Indias en cuanto al aspecto taurino está entrando en una recreación novelada por muchas cosas. Empezando porque el Alcalde Campo Elías Teherán ha puesto de manifiesto que está interesado en revivir la que siempre fue tradicional feria taurina de Cartagena en el mes de enero. Para ello, se reúne con las peñas locales y toma juramento a un comité integrado por cinco aficionados que tras la primera reunión en el despacho del burgomaestre, entra en una especie de limbo porque no hay nada definido o más bien, nos acordamos de la gran derrota de Churchill en la Batalla de Gallipoli tras desembarcar en el Estrecho de los Dardanelos. ¡Ojalá no sea así y nos equivoquemos!

Organizar una feria taurina no es cosa fácil, más aún cuando se trae el lastre de una deuda con la UNDETOC (Sección Subalternos) dejada por el último empresario. Y para ello no hay que hacerse ilusiones, sino tomar determinaciones y actuar como tal. Es el caso de la complejidad de los mismos toros y su comportamiento dentro del ruedo, porque hay que conocerle los terrenos. Si aprieta mucho, hay que darle sitio, perderle pasos. Si protesta cuando le levantas el engaño y saca genio, es preciso torearle por debajo de la pala del pitón. Si echa las manos por delante, es señal de debilidad. Cuando se rompe hacia arriba, hay que bajarle los engaños para que siga adelante y tenga un tranco más. Que si los toques han de ser suaves o fuertes. Si hay que vocearles duro o suavemente, hasta que el astado ya se vea sometido, para entonces encajarse y trazar los muletazos con elegancia, soltura y ritmo. ¡Ligar y soltar justo para hacer la faena!

Eso, señor Alcalde, hay que hacerlo con Cartagena. No es el caso de tener las mejores intensiones y no aplicarlas. Hizo bien en rodearse de las peñas taurinas, que son asesores íntegros y bien intencionados. Por ello es plausible la gestión de León Trujillo Vélez, quien invitó al Alcalde a “La Tasca” con las agremiaciones taurinas. Sin embargo, ello no es suficiente. Terán Dix debe marginarse de los malos consejeros que solicitan dinero a las empresas de turno, como aconteció con la empresa que en días pasados ofreció el montaje del espectáculo taurino “Embrujo Gitano” en Cartagena. ¡Un Millón de pesos le tuvieron que entregar al consejero y el evento al final de cuentas no se llevó a cabo! Con este tipo de toro rebrincado no llegamos a ninguna parte.

Dibujando esta faz de Cartagena, es imposible recobrar las viejas épocas cuando estábamos a la vanguardia en el rol taurino colombiano. No se puede hablar una cosa, tener aparentemente las mejores intensiones y evidenciar los consejos de quien solo está interesado en aplicar “peajes” a los empresarios y toreros. Por todo ello, no deja de sorprender que el Alcalde Campo Elías, por un lado promulgue su interés en recuperar la feria y por otro lado se mal asesora y deja prácticamente en el limbo al Comité Taurino escogido por las peñas taurinas de la ciudad. Si no se hacen las cosas bien, la ilusión será pétrea como los toros de Guisando de la cultura vetona en España. Recreación novelada. Y una vela a Dios y otra al diablo.

LECCION DE TOREO DE MANZANARES APURANDO LOS LIMITES

EL JULI se muestra imparable!

 

LA CORNADA DE PETRO

Por EDGARDO PALLARES BOSSA

JUNIO 16 DE 2012

Lamentable lo que ha ocurrido en Bogotá. Lamentable no solo para las corridas de toros, sino para la misma ciudad que lo ha elegido para ser su alcalde y hasta la fecha no ha podido orzar su orientación y llevar a cabo las obras que requiere la ciudad, porque Petro se ha caracterizado por ser un personaje de controversias. No se puede regentar una ciudad como Bogotá de la misma manera que hacía ostensible su oposición en el Congreso. Una cosa es ser senador de oposición y otra ser alcalde de la capital del país. Por eso anda de tumbo en tumbo, al margen de sus problemas de salud que lamentamos. Pero una cosa no quita la otra y, este alcalde de ojos queratosos, de cuna corralejera y comportamiento esquizoide, ha cancelado porque le dio la “la puta gana” las corridas de toros en Bogotá y como un verdadero capataz – como lo señaló Felipe Negret -, el Distrito deja de percibir 4.500 millones de pesos para el deporte que debía aportar la Corporación Taurina de Bogotá (1.500 millones anuales) en los tres años que le faltaban a esa entidad cuyo contrato este falaz alcalde rescindió. ¿Acaso, señor procurador Alejandro Ordoñez, esto no es detrimento al patrimonio de Bogotá? ¿Podrán los poetas y escritores recoger ese dinero que este alcalde de un plumazo desapareció?

Para este alcalde la Ley 916 no existe. Para este alcalde la sentencia 666 de la Corte Constitucional no existe. Es más, para este alcalde la Constitución Política Colombiana tampoco existe, la cual exige el derecho a las minorías. Para este alcalde lo que existe son sus preferencias personales y abusos de autoridad y, eso es fatal. Yo creo que Gustavo Petro sería otra de las víctimas del mítico dios Tauro. Recuerden que los Papas Pio V, Clemente VII y Gregorio XIII tras emitir las bulas papales en contra de los toros tuvieron unas vidas de tragedia. Como el Rey Carlos IV, que se hundió tras prohibir los espectáculos taurinos y llegó a gobernar España por encargo de Napoleón Bonaparte, su hermano Pepe Botella, quien reestableció desde el mismo día de su llegada, las corridas de toros.

Comparto con Antonio Caballero su pensamiento cuando escribe: “Y es de alcaldada su alcaldada como ha venido actuando Gustavo Petro en los seis meses que lleva de gobierno, cualquiera que sea el asunto en el que pone el dedo: transporte público, uso de agua, fiestas.” Por tanto, me imagino el arrepentimiento de miles de bogotanos que sufragaron el voto por Petro, como yo me arrepiento del tiempo que demoré leyendo la extensa novela “Libertad” de Jonathan Franzen, no por su falta de ritmo y seca narrativa, sino por el tiempo que lo hubiese ocupado en releer “El Quijote”. Pero, estoy convencido que Petro cayó en las redes del dios Tauro, que Bogotá tendrá corridas de toros y que el Decreto 280 que firmó para rescindir el contrato con la Corporación, por algo que no dice el contrato, será el que le dará la cornada final. Pero como va , no termina su periodo. El tiempo lo dirá.

HABLAR FORRAJE

Por Edgardo Pallares Bossa

Mayo de 2012

Que difícil es encontrar el sitio para enrutar definitivamente el camino. Mas aún, en un país como el que vivimos donde cada día se destruye la cohesión social y donde la libertad cada día es mas estrecha. ¿De donde a cuando van y aparecen quienes se creen con el derecho de acabar con las corridas de toros y de paso exterminar del planeta a una especie animal, como los toros de lidia, que para eso han sido criados? ¿Esos son los llamados defensores de los animales? ¿De donde a cuando se van a imponer quienes desafortunadamente, aún siendo minorías, como somos nosotros los taurinos, tienen espacios en los medios de difusión y a los defensores de las corridas de toros esos espacios se nos niegan? ¿De donde a cuando van y se inventan que existe una Ley que prohíbe las corridas?

Donde está la libertad en este país. Donde está la democracia. Donde está el derecho a las minorías. Es necesario que en esta sociedad colombiana culturalmente muy diversa, las autoridades intervengan en el señalamiento de todo lo que atañe a la cohesión social y a la convivencia, porque lo ordena nuestra Constitución Política de Colombia. Porque la legitimidad democrática se asienta en el modelo que se ha determinado y quienes defendemos las corridas de toros también debemos tener espacio. ¡Hay que respetar el libre albedrío!

Ya me refería en un artículo anterior sobre las tres bulas papales prohibicionistas (Pio V, Gregorio VIII y Clemente VIII), que no lograron acabar con las corridas de toros, antes al contrario, generaron incremento de la afición, hasta en los mismos curas católicos que iban a escondidas a los espectáculos taurinos, al margen de la crianza de ganado bravo por parte de un Rey Católico, Fernando VII. Pero, lo que hoy se hace ostensible es la aceptación de las autoridades a una minoría en defensa de los animales hablando forraje, por no decir otra cosa, sin conocer a fondo lo que es la tauromaquia.

¿En Cartagena, por ejemplo el Alcalde conoce a fondo el tema? Porque es necesario dejar en claro que existe una sentencia de la Corte Constitucional (sentencia 666) que aprueba las corridas de toros y que es un imperativo categórico en base a la Ley 916. La plaza de toros está cerrada por trabajos de mantenimiento en la corona del escenario y que se conozca no existe empresa que regente el coso y de existir sería una empresa privada a la cual se le haya adjudicado la organización de las corridas; por tanto, ello indica que en este caso no pueden existir asesores taurinos del Alcalde nombrados oficialmente, pues la sentencia de la Corte Constitucional es muy explícita, entre otras cosas porque la Alcaldía no es ni puede ser organizadora de las corridas. Y miren hasta donde llega ello que un Alcalde de los municipios colombianos solo es un invitado de la empresa, incluso, la misma empresa es la encargada de nombrar la Junta Técnica, que no lo dice la sentencia, pero tampoco lo prohíbe.

Entonces señor Alcalde: Pongamos las cosas en su sitio. Si tiene interés en rescatar la Feria Taurina de Cartagena, lo indicado es abrir una licitación como lo exige la Ley y adjudicar al mejor postor sin horadar en laberintos con interesadas asesorías. La Ley se hizo para cumplirla y mas en una ciudad tradicionalmente taurina como Cartagena y que no se hable mas forraje.

Infeliz, de Torrestrella, Ganador Concurso Zaragoza 2012

EL MAYORAL DE “AGUAS VIVAS”

A MIRYAM VELEZ DE LEMAITRE


Por EDGARDO PALLARES BOSSA

Abril 26 DE 2012

Con la buena noticia procedente de México, donde por sentencia gubernamental se dio vía libre al toreo en todo el país, que nos retrotrae a las diseminadas bulas papales que prohibían o sancionaban los toros y que fueron tres: “De Salute Gregis”; la Exponi Nobis” y la “Sucerti Muneris”; de Pio V, Gregorio XIII y Clemente VIII, respectivamente; la memoria salta con reiterado interés festivo, pero nos lleva a su vez, porque el toreo es conjunción, a la tranquilidad de los campos, donde se inicia la vida activa de la tauromaquia. ¡Esa es la curiosa faceta del toreo! ¡Ese es su misterio!

Nada mas pasar el umbral de la taurina entrada de la dehesa de “Aguas Vivas”, que don Fernando Vélez Danies nos regalara al aparentemente lábil mundo taurino, la vista se recrea con la diálaga de los campos. Quedé entonces sumergido en terreno bravío, transitando por la carretera de entrada flanqueada por largas hileras de matarratòn, que con su quietud me inocula una temeridad natural a pesar de mi inquietud taurina, por aquellas épocas de elemental investigación.

Había quedado, como era frecuente, encontrarme con Juan Martínez el reconocido mayoral andaluz, de la Puebla, que Jaime Vélez Piñeres tenía en la ganadería aguas viveña y, con mi amigo el cronista Rodolfo Martínez “Romar”. Bajo en sirimiri de la tarde recorrí a pie todo el trayecto hasta llegar, superado el cortijo, donde habitaba el gran conocedor, cuyos comentarios alimentaban mis inquietudes taurinas. Al llegar me recibió como siempre, muy efusivo, preguntándome por “Romar”, quien aún no se acercaba a “Aguas Vivas”. Nos sentamos e iniciamos la tertulia al calor de una botella de “Tres Esquinas” y al apurar el primer sorbo, de repente sentí que el piso temblaba, era como algo trepidante, que no tiene calificativo, que me causaba sorpresa y parálisis a la vez. Eran siete toros que gregariamente transitaban por la casa y que habían entrado por la puerta trasera, saliendo exactamente donde Juan y yo estábamos departiendo. ¡El mundo se vino encima! ¡El miedo también! Cuando de repente Juan gritó: ¡Quedarse quieto! Y entonces los siete astados han pasado a menos de un metro de mi feble y paralizada anatomía, pues había quedado anestesiado en el taburete. Al cruzar el último toro por delante de nosotros, Juan se paró y les gritó: ¡Que es lo quiere mi gente! Y los toros, sin la mirada fija y penetrante del santacolomeño, antes al contrario, con una nobilísima mirada, se escupieron y se marcharon. Pero fue tal el miedo, por la sorpresiva aparición de los toros, que cuando el sol pierde con la noche, le pedí a Juan Martínez que me acompañara a mi regreso, porque la experiencia fue muy dura. ¡Aún hoy la describo con un nudo en la garganta!

Ahora, cuando alimento mis escritos taurinos, ampliando mi literatura personal que pienso recoger a finales de año en un libro; y cuando Jaime Vélez Piñeres nos mira desde la barrera del cielo, al igual que su padre don Carlos Vélez Pombo, disfruto con el entusiasmo y la afición desmedida de Miryam Vélez de Lemaitre, hermana de Jaime, con quien a través de la Internet, en directo, nos adentramos en la feria de Sevilla y posteriormente sera la feria de San Isidro de Madrid. Para ella, este recorderis de una de las tantas anécdotas que viví en “Aguas Vivas”, la ganadería que llevamos en el alma y que orzó y cimentó mi afición por este entrañable espectáculo.

LA CLARIVIDENCIA DE LOS ENCASTES

POR EDGARDO PALLARES BOSSA

MARZO 29 DE 2012

Me motiva escribir hoy sobre el toro bravo, cuando andamos en los prolegómenos de la Feria de Sevilla y la Feria de San Isidro de Madrid, cuyos carteles ya estan a la luz pública, con el componente básico del encaste que se anuncia reiteradamente en los seriales más importantes. Y me motiva, porque ya he decidido viajar a la feria de Manizales con mis amigos de la Peña Taurina “Cartagena de Indias”, en vista del oscuro panorama de nuestra plaza de toros, puesto que ya estamos en el mes de abril, y nada se avizora en cuanto a las corridas de enero. Todo se hara a última hora, con cartel de medianias. Y en cambio, en Manizales veremos lo de adelante escribimos.

Cuando tocamos este tema del toro bravo, al margen del concepto castas, irremediablemente tenemos que mencionar a Eduardo Ibarra, y ya les digo por qué. Fue Eduardo Ibarra el gran iniciador del toro que hoy vemos en las plazas, considerado por muchos, como de gran fecundidad en su encaste, que nació de la compra a Dolores Mongue viuda de Murube, la ganadería que da el origen a la mayoría de las ganaderías de hoy, es decir, la verdadera cepa del toro de hoy. Porque cuando Ibarra decidió vender la ganadería, la mitad de ella terminó en manos de Fernández Peña, origen del Santacoloma, y, la otra mitad, pasó a manos de Fernando Parladé, a instancias de “Joselito” y Ramón Mora Figueroa, quien realmente dirigió la ganadería, que posteriormente vendió al “Marques de Tamaron”, padre de Mora Figueroa. Y es que de Parlade provienen entonces los encastes de Tamaron, Pedrajas, Rincón – Núñez y Gamero Cívico. Y de Tamaron, provienen los Atanasios, Conde la Corte, Mora Figueroa y Juan Pedro Domecq, hasta el toro que actualmente vemos en las plazas, encaste preferido por los toreros de la actualidad, y, de Tamaron, también por recordarles algo, proviene “Aguas Vivas” por Florentino Sotomayor, cuando se fundó la divisa veleña, cuyas cabezas de los sementales fundacionales están en el “Museo Jaime Vélez” de la Plaza de Toros de Cartagena.

Pero todo se irisó por Murube, que desde la famosísima finca “Juan Gómez”, fecundó el toro de hoy, que dio tronco a lo Ibarreño y al encaste Domecq. Sin embargo, el aristócrata Fernando Parladé, quien solo estuvo diez años como ganadero activo, cuya ganadería manejaba Ramón Mora Figueroa, es el más famoso con el encaste, en algo que no tiene sentido, porqué a mi manera de ver, existen encastes con mayor relieve y propiedad, entre las que están Victorino Martín, Domecq y Núñez del Cuvillo, pues han fijado su comportamiento en base a selección y a la quema de sementales, además del tiempo que llevan trabajando en sus ganaderías.

El Colombia por ejemplo, considero que Ernesto Gutiérrez y su hijo Miguel, han fijado un encaste propio, cuya rama es Murube, pues es un ganado que tiene su comportamiento natural, de gran fijeza y con un temple bondadoso y la bondad siempre ha venido de la fijeza y la fijeza de la bravura. Por ello, son toros como los de Cuvillo , quien repito, ya tiene su encaste propio, cuyo origen es Mora Figueroa, tambien preferido por las figuras del toreo. Y es que en Colombia, para hablar de encastes, tenemos que hablar irremediablemente de Ernesto Gutiérrez, por el comportamiento natural de sus astados, preferidos a su vez por la baraja del toreo actual y que propician reiterados éxitos en la feria manizalita. Por Sevilla y Madrid, sobresale el encaste Domecq y por Manizales, el encaste Gutiérrez. ¡Es descubrir la clarividencia del toro bravo!

LA NOVELA DE LA PLAZA DE TOROS

Por: Edgardo Pallares Bossa

Marzo 19 de 2012

La Plaza de Toros “Cartagena de Indias”, se ha convertido en una coordenada imprescindible para muestra de diferentes alcaldes, como un valioso sistema de “inversión y recuperación” del patrimonio distrital. Unas veces si, y, otras veces, es más el ole promulgado, que el deterioro del inmueble. Yo diría que comparable a la Catedral de San Patricio de Dublín, que cuando el sol estalla sobre sus muros medievales, deja ver la eclosión verde de los pastos que la circundan, como la coronada plaza de toros, que origina también una explosión ecológica de agradable visual, y ello como que le llama la atención a los gobernantes de turno, que luego de recuperarla, la abandonan como su fuesen los petreos Toros de Guisando.

Hace muchos años el Concejo Municipal, con Joaquín Franco Burgos como presidente, cuando la Corporación de Fomento Taurino y Ferias de Cartagena era la propietaria del escenario, aprobó el impuesto de casinos y rodamiento, y ella misma recuperó la plaza de toros. Sin embargo, al desaparecer la Corporación, nuevamente entró en estado de abandono. Entonces, en el 2002, siendo Presidente de Colombia, Andrés Pastrana Arango y alcalde Carlos Díaz Redondo, se le invirtieron al escenario miles de millones, salvándola definitivamente de colapsar, por cuanto se encontraba una vez más en estado de abandono.

Pero, como todas las cosas en esta ciudad. La plaza de toros está adscrita al IPCC, pues entonces era necesario dotar a ese organismo de un musculoso presupuesto para su mantenimiento, necesario como toda casa de habitación, más aún, cuando se trata de un escenario multiuso, como lo señaló el destacado periodista German Danilo Hernández ( El Universal, Enero 15 de 2009), si tenemos en cuenta que Cartagena no tiene coliseo cubierto de magnitud.

Y es que la novela es “abandono y recuperación”, porque en el fondo están las corridas de toros. Ahora sale el actual alcalde, como si fuera una esencia sacramental, con el cuento de que recuperará la plaza de toros, cuando en verdad ha sido recuperada por la administración que le precedió al invertir en su mantenimiento 693 millones que contrato con la empresa Laguna Morantes s.a. la adecuación de la corona, impermeabilización y balconería, “El saneamiento y proteccion de la estructura metalica conasiste en la limpieza y posterior proteccion de toda la superficie expuesta de los elementos metalicos tipo vigas y columnas colocados como refuerzo en la plaza; estos elementos estan ubicados sobre la cubierta y bajo ella, asi como bajo el entablado de los palcos y en la zona bajo las gradas. El reemplazo del piso de madera en los palcos, es la remocion del entablado machihembrado existente, suministro y colocacion de nuevas tabletas en dimensiones similares, en madera ceiba o similar, debidamente tratada, sellada y protegida con recubrimiento transparente para intemperie, respetando el diseño actual. El reemplazo de listones en madera de apoyo de cubierta consiste en el suministro y reemplazo de los listones deteriorados que cumplen funcion de viguetas de apoyos a la cubierta, en madera tipo abarco o similar a las existentes, debidamente sellados y protegidos con esmalte alquidico en color rojo. Los puntos de captacion de aguas lluvias en la losa de cubierta y en los sitios donde no existen y que se hasyan confinados por las vigas metalicas que cierran los porticos. Plantilla pendientada consiste en el suministro y colocacion de plantilla de mortero cementicio en cada cuadricula que formen las vigas metalicas de cubierta, de manera tal que se garantice el repido flujo de las aguas hacia el punto de captacion. La impermeabilizacion de las cuadriculas y aplicación de impermeabilizacion en frio, tipo acrilico reforzada con tela poliester.” (El Universal, septiembre 20 de 2011). A esta empresa se le hizo posteriormente una adición de 200 millones, tengo entendido, que permita concluir los trabajos. La plaza de toros nunca estuvo en riesgo de colapsar, según concepto técnico de la firma Arnoldo Berrocal, quien hizo el diagnostico y quien en su informe indicó que “se tomaron muestras de la escamación de las estructuras metálicas y se encontró que solo tenía una capa de pintura anticorrosiva y que esa capa de pintura fue la única protección con la que fue entregada hace diez años el armazón y que lo ideal había sido la aplicación de tres capas para garantizar la protección de la estructura” (El Universal, Julio 27 de 2010). Es decir, la refacción que se hizo en 2002 no fue óptima, según deja ver el informe de Berrocal.

Las dependencias técnicas (redondel, burladeros, toriles y báscula) si presentan deterioro, por el abandono del escenario, sin administración por casi dos años. Por tanto, pensamos que esos daños no implican la inversión de 2.000 millones, como ya se ha promulgado en la prensa, lo que indicaría que al paso que vamos no habrían corridas de toros, lo cual ha sido el interés del actual alcalde Terán Dix. Lo lastimoso del caso es que la plaza de toros se ha convertido en el conejillo de indias, para beneficio de muchos, por la manera irregular como se ha mantenido el escenario, reitero, por los gobernantes de turno. ¡Y es que en este caso, unos son tuertos y otros se hacen los ciegos! Por eso, gran parte de la afición se marcha Manizales. Haremos el seguimiento.

EL ENIGMA DE JOSE TOMAS

Por EDGARDO PALLARES BOSSA
FEBRERO 29 DE 2012


Una vez más se pone de manifiesto que el diestro madrileño José Tomás, sigue siendo enigmático. Y enigmático para todo, no solo en su toreo, sino que durante el tránsito de su vida continua en ese sistema.

Ya están en la calle los carteles de las tres primeras ferias más importantes de España y José Tomás no aparece. Las empresas le llaman, su apoderado se reúne con los empresarios y luego, no aparece para aceptar condiciones. Un ejemplo es Sevilla. Canorea le ofreció, sin televisión, 400.000 euros, más un 20% de aumento y todo quedó allí. ¡Surgió el mutismo!

Y Veamos.

José Tomás después de esa terrorífica cogida en Aguascalientes en el 2010, volvió tras una larga recuperación, en la plaza de Valencia, ante una expectación y un lleno descomunal. Solo toreò nueve corridas en el año pasado y hasta la fecha no aparece su nombre en ferias de fuste, como la de Sevilla, donde saliera por la Puerta del Principe. Tomás ha rechazado a Canorea y otra vez la cantinela, que Tomás no quiere torear en La Maestranza. Aquel 23 de Julio de 2011, en Valencia por San Jaime, José Tomás, más flaco de lo normal en él, de feble figura, dejó ver ante los toros de El Pilar, en su valor sólido y en su líquida torería, que es el mismo, y roto por chicuelinas a compás abierto, deslumbró a los presentes, aplicando su toreo, sin siquiera sonreír, porque Tomás es petreo en su interpretación. Luego, vino Huelva, Bayona, Gijón, Ciudad Real, Linares, Valladolid, donde no cortó ningún apéndice auricular, hasta cuando vinieron los zambombazos de Nimes y su última corrida en Barcelona, y allí, enfundado en un terno azabache y oro, traspaso las fronteras del toreo, superó todas las marcas y reventas y se alzó su hombros de la afición.

Pero José Tomás en esas nueve corridas toreadas el pasado año, dispuso de alternantes, colocando carrozas y toreros de mediano cartel. Porque exige no torear con las figuras del toreo, como El Juli, Manzanares, Morante y Castella. Siempre impone toreros y ganaderías, y ello, por tanto, es contraproducente. Se enfrento a Alvaro Núñez del Cuvillo, su ganadería preferida, pero bien lo dice el ganadero – no podía esperar hasta que José Tomás decidiera, pues yo tengo que vender mis toros y tengo mucha demanda-, y entonces a Tomás le tocó acudir a otras divisas no menos importantes, pero que solo una de ellas (El Pilar) era de su mayor preferencia. Le tocó pues, lidiar las reses de Jandilla, dos toracos en Bayona; una vez más El Pilar en Huelva; en Gijón toreo astados de Salvador Domecq; en ciudad Real y Linares, Torrenhandilla y Las Ramblas, que es una ganadería cortísima; el Torreón en Valladolid; en Nimes con toros de Parladè y Jandilla, cerrando con los de El Pilar en Barcelona.
Si miramos con detenimiento, me parece que el enigma esta superando a la realidad. José Tomas se lo piensa mucho, y, entre las dudas se van acumulando más dudas, y los empresarios tienen que cerrar carteles y los ganaderos van saliendo para las ferias más importantes, de sus mejores camadas. El toreo sin José Tomás no se acaba. Pero José Tomás debe ahora acabar con tantos dimes y diretes en contra de los toros, arrebujarse más y marginar tanta exigencia, dejarse televisar a ver si se acaba el morbo, y así a- cercar más aficionados jóvenes, que sin el paradójicamente, se han duplicado en los abonos para jóvenes en Las Ventas, no sabemos si con la esperanza de verle, pero es un hecho. De momento, no está. Y ya se están tejiendo los carteles isidriles . Veremos qué pasa. Su error al enfrentarse a Núñez del Cuvillo lo pagó, por el balance de orejas cortadas. Pero José Tomás tiene algo, y es que es apabullante.

GUSTAVO PETRO Y CAMPO ELIAS TERAN

Por: Edgardo Pallares Bossa

Febrero 22 de 2012





Sorprende la actitud del Alcalde de Bogotá Gustavo Petro, sobre las corridas de toros. Y sorprende porque proviene de una persona nativa de tierras cordobesas, donde está enraizada la corraleja en su total expresión y más aun, quien ideológicamente promulga tesis socialistas y que deambulo en las toldas guerrilleras del M19. Suena a populismo.



Pero esos efluvios conceptuales cobran otra actitud en Cartagena, cuando su actual Alcalde Campo Elias Terán, también oriundo de esas tierras cordobesas, aclara que va a revivir la feria taurina de Cartagena y anda en la búsqueda de una empresa con solidez, que regente la plaza cartagenera, quizá recordando aquellas palabras del Cid Campeador al Rey, cuando le dijo: “Nos, que uno a uno valemos tanto como vos, y todos juntos valemos más que vos”. Porque la alquimia de Terán es diferente. Sabe que la Plaza de Toros genera empleo y por consiguiente recursos. Y genera turismo y por tanto, conviene a la ciudad. Y que estamos en una democracia, donde las minorías también tienen derecho ¡Y todos juntos valemos más que vos!



Gustavo Petro, quien apenas iniciando su mandato ya ha tenido que retractarse en varias oportunidades, más bien mira con una lente diferente, su emanciparse de pensamientos disimiles y de extrema izquierda. Hay que estar con el pueblo, pero ello no significa que se denigre de quien tiene; y si las oligarquías tienen apego a los toros, no significa que el toreo en líneas generales no esté solidificado en el pueblo. La vida es un predicado, es una relación, no es algo que esta en los sujetos, sino algo que pasa a través de los sujetos y ocurre, entre ellos, según lo expresa Joaquín Herrera Flores y la dignidad humana esta por encima de todo. Que difícil va a ser para el Alcalde de Bogotá, encontrar un evento que en la plaza de toros produzca 1.300 millones de pesos para la recreación y el deporte. Y el deporte es salud y la salud debe ser del pueblo.



Hay un pensamiento famoso de Ludwig Feuerbach, pensamiento que a propósito de Petro, fue inmortalizado por Marx y que dice: “Arte, Religión, Filosofía o Ciencia, son solo manifestaciones o plasmaciones de la autentica esencia humana. Hombre, o más concretamente, hombre autentico, sólo lo es quien tiene sentido estético o artístico, religioso o ético, y filosófico o científico, hombre como tal sólo lo es, quien no excluye de si nada esencialmente humano”.



Yo no se que va a pasar con Bogotá y su temporada taurina, pero se avizora un nuevo despiste, como despistados andan quienes buscan erradicar de la comida oriental la aleta de tiburón, que tanto degustan en Japón; e incluso, el conocido plato de un pez altamente venenoso (Got) donde corren peligro los comensales al consumirlo de manera cruda. El toreo, no nos cansaremos de repetir, es una expresión indefinible, pero una expresión artística, una expresión cultural, antonomasicamente español. que nosotros hacemos nuestro.



La diferencia entre Petro y Campo Elías, es que el de Bogotá aspira llegar al cúmulo de Rafael Correa, en un prisma desacertado y peligroso; y Campo Elías, sabe distinguir entre lo conveniente para Cartagena y el pensamiento natural de los ciudadanos. Sabe acercarse al pueblo sin demeritar el predominio del capitalismo globalizado, porque todos tienen derecho y el toreo se lleva en las raíces cartageneras. El lo sabe y por eso su decisión.



Para hablar de toros hay que acercarse a este mundo, entender el espectáculo y la razón de ser de los mismos toros, de su especie. Y ese dogmatismo, previsible y cartesiano, debe estar al margen porque la tauromaquia lleva intrínseca muchas cosas, cultas, artísticas, bravías y sensuales. La tauromaquia es un rito, por tanto, es religión y allí radica su simbolismo y los hombres cultivamos lenguaje regional y lenguaje simbólico. Mal Petro. Bien Campo Elías, que quiere hacer historia, como él mismo lo asegura.

LOS 50 AÑOS DE LA PEÑA

Por Edgardo Pallares Bossa

Febrero 15 de 2012

El pasado 11 de Febrero se celebró con altura la efeméride del 50 Aniversario de fundación de la Peña Taurina “Cartagena de Indias”. Y que agradable es poder trascender esa noticia, por que para alcanzar ese logro hay que tener corazón, pero corazón de aficionado taurino, emulando aquellas palabras de Agustín de Foxa cuando expresó: “El único músculo importante en el toreo es el corazón”.

Allí en la Tasca de la agrupación taurina departimos en un acto clamoroso, cuyo director de lidia es el actual Presidente Faustino España, un aficionado de esos que ponen de manifiesto el oficio para el cual fueron asignados, dejando deambular el trasunto de la festividad en medio de unos actos palmariamente destacados, Cuan difícil es mantener viva una Institución taurina, donde gracias a los medios de difusión, es una fiesta vilipendiada y más aún, en una ciudad como la nuestra, donde se ha manejado el asunto taurino con relación a las corridas de toros, de una manera irregular, por culpa de los alcaldes de turno.

Pero la peña “Cartagena de Indias” sobrevive a todas esas cornadas y raya a gran altura. Unas han desaparecido y otras se han rotulado en otras ciudades, lo que suministra mayor mérito a la agrupación que tiene entre los suyos o aficionados postineros, como Eduardo Fernández Guerrero, Marcial Calvo Pardo, Antonio Lequerica Martínez, Augusto Covo Torres, Guillermo García, Quique Fernández y tantos otros, sin dejar de acercarnos a Javier Roman, único socio fundador que está con nosotros y que de él recordamos su excelente labor en la tesorería de la Institución peñística.

Pero ese músculo del toreo que mueve a la “Cartagena de Indias”, está representado en su actual Presidente Faustino España, cimentando sus argumentaciones en la actividad secretarial de Javier Bustillo Pareja, punta de lanza en el trabajo de tránsito positivo a la peña y que no solo ha decidido resaltar la efeméride, sino procesionar una serie de eventos para la celebración de cincuentenario de febrero a febrero de 2013. Los que asistimos como invitados especiales, como Rodolfo Martínez “Romar”, Jaime González Jhonson y Miguel Garcerant y Osvaldo Martínez Vélez, entre otros, disfrutamos de verdad de una noche esplendida, llena del ORO TAURINO que la efeméride de oro señalaba y por tanto, nada mejor, que seguir en ese sendero cobijando esa “riqueza poética que es el toreo” en palabras de García Lorca. Que la vida siga en la peña “Cartagena de Indias”. Bastante que la necesita la Fiesta Brava.

LA CONSPICUA REMONTADA DE SEBASTIAN CASTELLA

Por EDGARDO PALLARES BOSSA

29 de enero de 2012

Me decía hace muchos años el inolvidable “Papa Guerrero” cuando oficiaba como corresponsal de la revista “El Ruedo” de Madrid, la más importante por aquella época que: Le gustaban los toreros que mostraban introversión, porque esos cuando menos se sabe, explotan. Y es que esos toreros para mí, llevan un misterio dentro y necesitan de torear para sí y de etapas de abandono, sin detrimento de su expresión. En Sebastián Castella yo encuentro algo parecido, pues basta verlo, para saber que lleva algo en su interior, que tiene creatividad y que todavía le falta culminar una obra. Como gerente de la plaza de toros “Cartagena de Indias” me tocó ordenar que apagaran las luces del ruedo porque quería torear una vaquilla en la penumbra, quizá echando de menos aquellas vidas de maletilla en enfrentamientos nocturnos en el campo bravo de “El Cordobés” o “Miguelìn”. ¡Para vivir aquello!

Su temporada española no fue tan resonante como la del 2.010 pues Castella a pesar anunciarse cuatro tardes en las Ventas de Madrid, no fueron redondas sus actuaciones ni su significado fue tan sensible, aún cuando no fracasó. Su redescubrimiento se vio con un fiero toro de Alcurrucèn, que extrañamente no tuvo la trascendencia requerida, y toreando Fuenteymbros y El Pilar en cuatro corridas, pasó un tanto desapercibido, a pesar de sus éxitos en escenarios franceses, la escena no era para letras de molde y Castella deambuló en una campaña de artificio sin alma y sin la importancia necesaria.

Pero Sebastián Castella es un torero interesante y su introversión la evidencia sin las evidencias de toreo para la galería. Tiene un valor de espanto y por tal, hace ver las cosas de otra manera. Su serenidad ante la cara del toro produce tragos en seco y su creatividad, que ya la hace ostensible en sus trajes de luces, inocula con una sabia diferente. Es un torero que hay que tenerlo cerca. Es un torero para literatura, para intelectuales, para escribir sobre él, porque tiene un misterio que lleva dentro de sí. Aquello que despertó en Mariano Tudela en “El Ruedo” Antonio José Galán, quien era muy distinto a Sebastián, porque aquel era explosivo, de toreo populachero, y Castella es diferente. ¡De una hierática estetica!

América ha recuperado a Sebastián Castella con sus tardes triunfales de una manera conspicua y para bien del toreo, están expectantes sobre su temporada 2012. Porque de Castella hay que escribir. Le conocimos desde que lo contratamos para una plaza portátil en Cartagena de Indias y desde aquel día sabíamos que llegaría a figura del toreo. ¡Pero hay que mantenerse, que es tan difícil!

COMO EL HABLA QUE HABLAMOS

Por
EDGARDO PALLARES BOSSA

ENERO 15 DE 2012

Cuanto me acuerdo por éstas épocas de Ramón Pérez de Ayala cuando dijo: “Las corridas de toros son tan nuestras como el habla que hablamos”. Y todo ello, porque con las ferias taurinas colombianas salen de inmediato a relucir los antitaurinos, con la salmodia de siempre sobre el maltrato a los animales. Pero ¿Los animales son seres vivos? Pues, imagino que sí. Sin embargo, también son seres vivos y orgánicos, las plantas, los árboles, las legumbres, como los pollos o aves de corral, los cerdos y el mismo ganado vacuno, con el cual se alimentan muchos de los tales animalistas; a quienes de paso invito a que no acaben con la vida de un mosquito o zancudo de una palmada cuando estos buscan sobrevivir con su picadura sanguinolenta y en múltiples ocasiones, hasta infecciosa. Si promulgan esas tesis, pues bien podrían dejarse picar de un mosquito o del ataque de un enjambre de abejas, porque estos son seres vivos, para contestarles con sus mismos palos.

El toreo, calificado como una expresión cultural, incluso por la mismísima Corte Constitucional en Colombia y, respaldado por la Ley 916, tiene muchos adeptos en el país, en cuyo entorno se encuentra el sustento de miles de ciudadanos, puesto que estos espectáculos generan empleo, al margen de la recreación proveniente de la integración de dos elementos, el toro y el torero, que son contrarios y que invierten sus valores, como siempre lo he señalado. Este espectáculo indefinible, porque en su interpretación está presente la muerte, donde se arguyen expresiones artísticas, lo hacemos nuestro en Colombia, duélale a quien le duela, proveniente de la mas ancestral cultura española, el Rey Felipe IV llevaba a cabo corridas de toros en la plaza mayor de Madrid en 1630, y donde ya lo clasifican como Patrimonio Inmaterial y Cultural, por los diputados de la Unión de Naciones Europeas (UNE) y que está blindado en Francia, está dentro de la línea estética, que no es casual sino causal, en el lenguaje manifiesto de toro y torero, y a ese encuentro de toro y torero asistimos muchos, quienes como yo no somos partidarios de otras manifestaciones del ser humano, pero tampoco significa que nos opongamos a ello, porque hacen parte de la vida irregular del hombre.

Ese es el ser humano rodeado de seres vivos, que sirven para su sustento, diversión y expresiones plagadas de actitudes físicas, artísticas y dentro de ese círculo se mueve la tauromaquia que debemos defender y que hace decir a Morante de la Puebla lo siguiente: “Me da miedo pensar cuando deje de torear, si podré vivir… Es un miedo raro, pero me pasa”. Y es que el colectivo taurino tiene una vida singular y todo grupo humano tiene su identidad cultural por minoritario que sea. El toreo es tan nuestro, “como el habla que hablamos”. ¡Déjenos vivir!, es el derecho a las minorías.

¡FUE UNA VACA!

REMINISCENCIAS CON RUIZ MIGUEL EN ESPAÑA (2)

POR EDGARDO PALLARES BOSSA

Noviembre 22 de 2011

Estar en España dentro del gremio taurino y vivirlo en toda su intensidad, es el culmen para cualquier aficionado a estos de los toros, pues no solo son las corridas en sí.

Por tanto, nada más llegar a la “Piel del Toro” y de inmediato hay que estructurar reuniones con toreros, ganaderos, empresarios, críticos y todo aquel que esté en la órbita de la fiesta brava. De tal suerte que alternar con FRANCISCO RUIZ MIGUEL y su retirada cuadrilla era no solo un privilegio o el lienzo o bloque de mármol que fabrican paginas de arte, sino la intelectualidad pura de la tauromaquia.

Al escribir esta segunda entrega sobre mis recuerdos con el Maestro RUIZ MIGUEL en su finca LA GLORIA, donde debatimos conceptos que acrecentaron aun más, la forma y el fondo de las faenas y los comportamientos de los toros; se me viene a la memoria un aficionado de sápido humor y extraño pensamiento, como JAVIER MARTINEZ DE LA ESPRIELLA, quien es uno de los fieles seguidores de RUIZ MIGUEL, por aquello que ha sido el diestro que en la historia ha matado más toros de la legendaria divisa de Miura.

Nada más entrar al cortijo, provisto de lujos y comodidades y, encontrar en un mueble tipo biblioteca, la biografía del torero escrita por el inolvidable amigo y periodista JULIO ESTEFANIA ARJONA, quien en su contenido literario hace referencia a mi persona, así como en la biografía que también escribiera de madrileño ANGEL TERUEL, cuyas ediciones se hicieron cuando ambos era figuras del toreo. Se iniciaron entonces las consabidas tomas fotográficas, una de ellas bajo la disecada cabeza del toro de Miura al cual el maestro le cortará las orejas y el rabo en Sevilla en la mismísima Maestranza. RUIZ MIGUEL es una persona de un humor delicioso como buen gaditano y comenzó entonces a darle paso a la tertulia al calor de unos caldos tintos tapeados con buen jabugo, y más tarde cuando la solana que caía a plomo sobre nuestras humanidades inicia el debilitamiento que trae el maridaje de la tarde con la noche, el torero dijo: “Ahora vamos a lo nuestro, que allí tengo unas correosas que vamos a tentar. A vestirse chavales”. Se refería al matador retirado Alfonso Galán y a los otros toreros presentes.

Llegamos a la placita de tientas vecina del cortijo, rodeada de un valle circundado por la sierra, encontramos unas excelentes instalaciones. Una colorada fue la primera en partir plaza y el capote del maestro surgió esplendoroso en una creatividad emocional en lances a la verónica hilvanadas, a una cincelada media que paró en seco la agresividad de la vaquilla; todo ello previo a las idas una y otra vez al caballo tentador. Entonces observo cuando el Maestro con rostro adusto y andar sereno, se dirige donde yo estaba ubicado y levantando el sobrero cordobés, pues estaba luciendo un traje campero, ofreciéndome en brindis, me expresó: “Edgardo, es un honor tenerte en mi casa y por ello te brindo esta faena. Va por ti”

Y mi memoria comienza a gravitar como en un estado puro, cuando RUIZ MIGUEL empieza a esculpir una faena cadenciosa, certificada por el conocimiento. ¡Por algo el toreo inspira a los artistas y a los intelectuales! La faena es primorosa por el acometer bravío de la vaquilla de Osborne por la dimensión del trazo del muletazo. Técnica, tiempo y espacio, fue el torero de siempre, y mi alma de taurino fungible se recreó.

Pero lo simpático del caso estaba por venir. Ya en el descanso de la faena de la tarde, el maestro se acercó a mí sosteniendo en su mano derecha el pitón de la vaquilla que me había brindado y en otro sentido homenaje me dijo: “Con este haré un llavero en oro como el mío, que lleva el hierro de RUIZ MIGUEL, ese es mi presente maestro”. Vaya tío. Un verdadero figuron del toreo revestido de una humildad, que abruma. Torero grande, Torero de siempre. Y he de decirles, que de todos los brindis que me han hecho muchos toreros, este es el brindis que más he sentido. ¡Y no fue un toro, fue una vaca!.

REMINISCENCIAS CON RUIZ MIGUEL EN ESPAÑA (1)

Por EDGARDO PALLARES BOSSA

Hoy hay que hacer una evocación del pasado para alimentar con anécdotas a nuestros lectores y que nos regrese al presente, un tiempo absolutamente interesante, cuando años atrás estuvimos en varias ocasiones departiendo en España, con ese maestro que es Francisco Ruiz Miguel, único sobreviviente del cartel de inauguración de la plaza de toros “ Cartagena de Indias “. El diestro de San Fernando tuvo una trayectoria profesional de alcurnia, lo que lo llevó a disfrutar del boato muelle de los hoteles de lujo en su tránsito como figura del toreo. Vale recordar que Ruiz Miguel salió diez (10) veces por la Puerta Grande de Las Ventas de Madrid, solo superado por “El Viti”, Paco Camino y Antonio Bienvenida; sin olvidar que le cortó las orejas y el rabo a un Miura en la Maestranza de Sevilla. Y su materia variada y compleja siempre fue de relieve, puesto que en la historia de la tauromaquia nadie ha toreado mas toros de Victorino y de Miura que el calificado por todos como maestro, dentro de ese lenguaje sabio del toreo. Dicho esto como para prologar mis vivencias con Ruiz Miguel, paso a contarles algunas facetas que experimentamos a su lado en España, como aquel día que me invitó a su finca “La Gloria” por los pagos de ese pesebresco pueblillo de Alcalá de los Gazules. Viajamos él y yo en su plateado Mercedes Benz. Al llegar a la dehesa tuvimos que superar un puente romano y aclarándome por que su finca se llamaba “La Gloria” me expresó: “Maestro Edgardo, yo lo verás”. (Lo interesante es que siempre me denominó maestro a manera de respeto, pues yo llevaba en mente escribir sobre las experiencias en España y él lo sabía). En efecto, la finca es de ensueño, provista de un cortijo dotado de todos los lujos y comodidades, piscina, plaza de tientas, así como su cuerda de crianza de gallo fino, pues el maestro gaditano siempre ha sido un ferviente gallero. El patio principal del cortijo está presidido por una gran escultura de Ruiz Miguel con el último toro de Victorino Martín que mató en Francia, realizada por un escultor venezolano.

El maestro me llevo a mirar los toros de Osborne que tenía en su finca, pues el ganadero titular pasaba por problemas económicos y solicitó a Ruiz Miguel que por un tiempo le tuviese el ganado en “La Gloria”. Allí admiramos un encierro que preparaba para Pamplona por San Fermín y unos toros que se quemarían para sementales, por supuesto al margen de la punta de vacas de vientre, que cobran actualidad. (Lo de Cuvillo viene de Osborne) ¡Claro, que allí no estaba el famoso toro de Osborne que vemos como vallas en las carreteras de España y que uno de ellos está enclavado estratégicamente en las mismísimas tierras de la dehesa de Apolinar Soriano! Allí estaba el verdadero ganado de Osborne cuidadosamente vigilado por Ruiz Miguel.

“Maestro Edgardo – me dijo – por mi cabeza no pasó nunca ser torero. Es que yo siempre había sido gallero y esto del toro me llegó de una forma muy extraña, como por cachondeo. Y te cuento como fue que en una ocasión, yo andaba en las mías con los amigos y por aquí cerquita estaba toreando “Paquirri” en un tentadero. Ya “Paquirri” era figura y uno de los amigos me envenenó apostando a que yo no era capaz de tirarme de espontáneo en una vaca de “Paquirri”. Como yo le dije que si me atrevía, y así fue, nos fuimos a la finca y me metí en una de las vacas de “Paquirri”. Como yo nunca había toerao me llevé una paliza, pero lo bueno era que me daba la voltereta y enrabietado, otra vez a por ella. Esto le gustó a “Paquirri” y se acercó a indicarme como lo debía hacer para poder torearla. Al día siguiente iba a pie con mis amigos y “Paquirri” y Paco Ortega me recogieron en su coche y me invitaron a torear otra vez. Así comenzó una gran amistad que ¡vamos! hasta Paco Ortega después fue mi apoderado hasta su muerte. Así llegué yo a los toros y a ellos les debo mi vida”.

Esto me trae a la memoria aquello que un día dijo “Antoñete”: ¡La ligazón es la rima del verso torero!, porque desde aquel día comenzó la ligazón del maestro Francisco Ruiz Miguel, que posteriormente lo encubraría a figura de la tauromaquia con la rima de su toreo. Desde aquel día Paco se enamoró del toreo y lo glorificó con su entrega y torerismo. Ruiz Miguel después de aquello, tomaría la alternativa en Barcelona con un traje malva y oro que le había regalado “Paquirri”. Las cosas de la fiesta. Hasta las próximas vivencias.

EL PULSO DEL TOREO ACTUAL

Por EDGARDO PALLARES BOSSA

Agosto 30 de 2011

A diferencia de lo que muchos creen, el toreo, la integración del toro y torero, anda desde tiempo atrás en un recurrente proceso evolutivo. El toreo que es una expresión única de la cultura española, por estas épocas continúa en un proceso inimaginable, por la interpretación estética de los diestros, la conformación morfológica de los toros y sus formas de acometer quebrantándose más, que en mi concepto los hace más bravos.

Se me viene a la memoria el recientemente fallecido Juan Pedro Domecq Solis, porque él ha sido uno de los artífices de la “toreabilidad” – entiéndase toro y torero – de hoy. Juan Pedro fue su impulsor e hizo ostensible el llamado “toro artista”, aduciendo la “toreabilidad”, pero como él mismo lo reconoció, en detrimento de la fiereza. Sin embargo, esa fiereza se ha venido recuperando en muchas divisas procedentes del encaste Domecq, cuya selección genética viene propiciando las grandes faenas de hoy, faenas demoledoras, donde el toro es más maltratado, más quebrantado, puesto que de aquel toreo en rectitud que antes se practicaba, con ventajas para toro y torero, se ha llegado a un punto de exigencia para las embestidas del toro, que pienso hemos llegado al summun del quebrantamiento y al summun de la bravura del toro. Ya lo he escrito en otras ocasiones. El toreo de hoy es mucho más complicado para el astado, el cual tiene que girar, embestir curvilíneamente siguiendo el trazo largo y el redondo del muletazo del toreo de hoy. El toreo ha cambiado. El toro también.

Aquel toro de genio, que es una agresividad pero a la defensiva; el toro de las tres varas o las dos idas al caballo, ha desparecido rotundamente. ¿Para bien o para mal? Púes creo que para bien, porque en primera instancia, del jamelgo se ha pasado a un elefantiásico caballo altamente protegido. Y el toro al enfrentarlo, se rompe más. Como se rompe más al buscar con codicia la muleta del torero que se la ofrece sin solución de continuidad, para poder propiciar el toreo de hoy. Ello, para mí, es más prometedor por el estado actual del toreo y por los públicos que acuden a las plazas. No nos digamos mentiras, yo particularmente prefiero – y conmigo muchos – que al toro de hoy se le ahorme con una sola vara de buena colocación. Lógicamente hablamos de un porcentaje altísimo de toros, porque habrá sus excepciones, para que posteriormente tengamos la ventaja de la expresión del toreo a cabalidad, donde el toro demuestra su bravura al repetirse una y otra vez y tratar de comerse la muleta, desplazándose humillado y templado. Eso sí, sin olvidar la fiereza a que aducía Juan Pedro Domecq, y, que tienen los Cuvillos, los Garcigrandes, los Torrealta – aquel toro de El Juli en Sevilla en 2010 – e incluso los Zalduendos de Fernando Domecq, quien eliminó totalmente el pelo jabonero en su vacada por aquello de que se ve más la sangre en el toro. ¡Todo evoluciona!

Por eso, a mi me parece que el toro de hoy es más bravo que el de antaño. Que sin duda será material para otro tema. Eso sí, que no me hablen ahora de los Miuras, porque si antes tenían “genio del bueno” como decía Jaime Vélez Piñeres, hoy son la garantía del destoreo. Son ineficaces para el toreo de hoy, cimentado en la quietud en movimiento, en la técnica para la expresión artística y en el sometimiento que abre paso a la estética. En Miura han desaparecido las virtudes de bravo que antes poseían, pues la bravura es necesaria para el toreo y el toreo es un fin. Desaparecido aquel toro encastado y defensivo, para dar paso a la bravura codiciosa y templada, que sirve para plasmar el toreo actual, creo que ha sido para bien de la tauromaquia.

QUE ES EL TOREO

Por EDGARDO PALLARES BOSSA

Agosto 10 de 2011

No sé por qué, pero a mí se me antoja el toreo un espectáculo inclasificable. En una expresión indefinible. Y es que sobre su dìada confluyen muchas cosas, porque no se puede negar que el torero como el deportista, necesita de un excelente estado físico, ante un toro que no es ni doméstico ni salvaje, sino bravo, el torero debe poseer buen estado físico, pero no puede dejar al margen la inteligencia, que es primordial, puesto que ante ese animal debe saber a su vez evidenciar un lenguaje estético, que va inclinando al toreo hacia la expresión artística. Pero eso no se puede llevar a cabo, sin un conocimiento técnico que el toro obliga a explicar y en base a su destreza eclosionar en arte, pero como todo arte tiene su trasfondo de corrupción, tiene el torero que saber trascender al público, en solitario, ante el miedo y la muerte, la estética de su toreo.

El trato íntimo del torero con el toro, es la resultante de una capacidad técnica, que la procesa el mismo animal con su capacidad de embestir, porque todos los toros son bravos, la mansedumbre es una condición, y el toro de lidia es una creación de la mente humana, y esa misma mente va dotando de capacidad técnica al torero para poder expresarse con maneras estéticas. ¿Capacidad técnica? Claro que sí, imprescindible. Cada torero en su personalidad y conocimiento. Por ejemplo, José María Manzanares (Hijo) tiene una técnica sutil, de movimiento, de toque suave, de continuidad, de espacio y de tiempo, que no se nota desde el tendido. Es difícil verla desde el tendido. La otra cara de la moneda es un torero muy técnico como El Juli, que te le muestra ipso-facto y te hace entremezclar la técnica con la sabiduría, incluso, cuando en muletazos supera los límites de la estética, por sus maneras de forzar el cuerpo. A Manzanares en cambio, le fluye la estética sin miramientos, con cadencia, empaque y donosura. En José Tomás la estética es violentada sicológicamente por el asalto del susto de la quietud, que exige su técnica. Esa técnica que se corrompe por el pasmo y por el miedo. Una técnica que hace forzar la preocupación por la latente cogida. Pero una técnica necesaria, y es que para hacer lo que hace José Tomás se necesita el tiquete de la técnica para no dejarse ver, de lo contrario atropella la razón, lo que a veces practica y tras ello voltereta. Y eso lo sabe José Tomás. En Sebastián Castella es distinto, Castella tiene la virtud de poseer condición técnica para luego desplegar naturalidad. Es su personalidad como torero, también centrada en la quietud, pero una natural quietud. Sin el aspaviento del susto del público y por tanto de gran trasmisión estética ¡Otros toreros poseen lo uno y poco de lo otro! En fin, lo más inquietante es la complejidad de este espectáculo incalificable reitero y de impactante encandilamiento. Un espectáculo clarividente diría yo.

Pero a esto de los toros, sin caer en la acracia, tenemos que adicionarle otras cosas. Si navegamos dentro de su estructura, encontramos que es un espectáculo singular, único, porque se conjuntan dos elementos que son contrarios y que terminan (invirtiendo sus propuestas, superando el torero una fuerza hasta cierto punto irracional, porque cada embestida es un misterio. Y así, el racional termina convirtiendo al otro en racional. Es el sometimiento. Además, la inversión de las propuestas se hace en solitario, ante un sanedrín taurico que es el público, quien aprueba o desaprueba el enfrentamiento con la muerte y no existe arte que obligue al protagonista a morir. ¡Pero existe el toreo! Inclasificable. Indefinible. Con sensibilidad artística que es otra cosa.

FRANCIA Y LA PROHIBICION CATALANA

POR: EDGARDO PALLARES BOSSA

Julio 25 del 2011

Vamos hoy a buscar una actualidad al hacer próximo el pasado, porque me encontré en mis archivos una referencia del inolvidable Vicente Zabala en la revista “Aplausos”, donde oficiaba como editorialista en el número 544 de febrero de 1988. Allí el connotado crítico de “Aplausos” aplaudía que los catalanes habían rechazado la prohibición de las corridas de toros en el parlamento catalán. Y en su artículo esgrimía un vocablo como “gracias”, abordando un indiscutible y certero pensamiento de los políticos de esa comunidad, que posteriormente en el 2010, contrario a 1988, en una posición claramente secesionista, se dieron entonces a la tarea de prohibir los toros en esa región, como si fuesen más que los españoles.

La Tauromaquia se inicia con la corrida caballeresca, y ella convivió en todo el estado Español mucho antes del siglo XVIII. Ahora que se da el hecho de abolir las corridas en la región catalana más por razones políticas que por otra cosa, debemos recordar en un rastreo que hacemos de la fiesta brava, que ello viene desde la época de los Borbones, y los españoles cortesanos y respetuosos, simplemente no se opusieron decididamente a la norma establecida por esos reyes como Felipe V, que fue el primer Borbón o Carlos IV, por nombrar algunos, en cuanto al régimen caballeresco del toreo. Pero, el pueblo si quería los toros y como los curas asistían a las corridas, y como súbditos, estaba a otro nivel social aceptando las reales órdenes.

Sin embargo, las corridas fueron restablecidas al correrse noventa (90) toros a propósito de la llegada de Napoleón a Madrid; y fue su hermano Pepe Botella, quien en definitiva restablece los festejos taurinos en España y con sus tropas hasta llegó a proteger a quienes actuaban en las corridas que el mismo, abstemio José Bonaparte organizaba. Francia salía en aquella época en defensa de los toros, así como lo hizo en el 2010, al blindar las corridas de toros en su país.

La España prohibicionista siempre ha sido monárquica y el declive del influjo social de los intelectuales era evidente, hasta que Ortega y Gasset, padre del Cossío; Miguel Hernández, compilador del mismo; Valle Inclán; García Lorca; Unamuno; Alberti y Gerardo Diego entre otros; descubrieron el barroquismo estético del toreo y entonces, la tauromaquia inició un tránsito trepidante hacia un posicionismo que hoy tiene apoyo básico hasta en el parlamento Europeo, donde por unanimidad se aprobaron los toros, por iniciativa francesa.

Aquel triunfalista artículo de Vicente Zabala, cobra hoy actualidad, porque en aquella época (1988) fueron derrotados los antitaurinos secesionistas; pese a lo que sucede hoy en Cataluña donde solo una plaza de toros está en funcionamiento (Barcelona), tiene respuesta en la inauguración y reapertura de más de diez (10) plazas en todo el territorio Español. Pero es Francia, quizá rememorando que hasta en los campos Elíseos, se dieron corridas de toros, quien pone el ejemplo a la España taurina. ¡Una vez más Francia, donde en el sur de su territorio se dan corridas con tanto bagaje como en España, es quien sale en defensa de la tauromaquia!

ANDRES PASTRANA Y LA ESTABILIDAD DE LA PLAZA

Por EDGARDO PALLARES BOSSA

Hoy vamos a recurrir a las páginas que día a día hacen la historia. Y nada mejor que mirar hacia atrás en este aspecto taurino que tanta historia cobija y que guarda una riqueza tan grande, que hasta nos acerca al dios Mitra, el gran matador de toros del imperio romano, pues se creía que con la sangre del toro sacrificado se nutría totalmente el universo. Pero Mitra fue extirpado posteriormente por los cristianos y desapareció con un silencio inerte, como el solsticio de invierno en el cual naciera. Se tenía que renunciar a la historia para exterminar las ideas, y de la historia precisamente vivimos, de su riqueza nos alimentamos.

Por eso habría entonces que pensar en la historia para construir la estabilidad de la plaza de toros “Cartagena de Indias”, cuya “vida” ha sido basada en episodios, tanto para el mismo escenario como para sus corridas de toros. Y es que ese tauròdromo fue construido gracias a la gestión del admirado parlamentario “El Mono” Franco Burgos, quien consiguiera los recursos necesarios para hacer palmaria la obra, cuya responsabilidad recaía en la Corporación de Fomento Taurino y Ferias de Cartagena y la Constructora Rodrigo Puente y Cía. Pero ese hermoso escenario que hoy tenemos, fue inaugurado prematuramente por el entonces Presidente de la República, Misael Pastrana Borrero, después de un intenso aguacero, lleno rebosante y dependencias inconclusas. Incluso, la arquitectónica corona de la plaza, recuerdo que solo evidenciaba construidos en mampostería, los arcos anteriores, y todavía no tenía los arcos posteriores y los balcones, que hoy campean en sus alturas.

La “vida” tàurica del coso del barrio Escallòn Villa, ha sido como el personaje de la novela que se mira en un espejo y descubre tímidamente las etapas que tendrá que transitar para poder sobrevivir. De allí que un puñado de años después, como gerente de la Corporación que la construyera, me tocó acudir al sanedrín del Concejo Municipal, que curiosamente en aquella época era presidido por “El Mono” Franco, para solicitar recursos adicionales y salvar la plaza de su primer gran deterioro, pues estaba agrietada y debilitada como la fárfara de un huevo. El Concejo aprobó entonces los impuestos de los casinos para invertirlos en la recuperación del escenario. Y así se hizo. Sin embargo, como esa estructura había sido construida sobre arcilla expansiva y la corona y balcones no tenían cimentación, puesto que su sistema técnico era por sostenimiento en taludes, llego entonces el gran salvador con un imperativo estratégico para su definitiva adecuación. Era el Presidente Andrés Pastrana Arango, quien durante su administración invirtió los recursos necesarios para la estabilización, con su respectiva cimentación, y en el 2002, la plaza se reinauguró fastuosamente, con la positiva orientación de Joaquín de León, aficionado de fina dedicación. Todo lo hizo Andrés, por la interna vibración sentimental, como hijo de Pastrana Borrero; y también hay que decirlo, por su vinculación al medio taurino, pues es amigo de siempre de esa figura del toreo que fuera Sebastián Palomo Linares. Hoy, con ojo analítico y mente reposada, concluimos que su gestión de gobierno fue con acertada institucionalidad, buen fondo social y al final de cuentas, un gobierno de muy importantes logros. Un gobierno que aglutino bases de liderazgo y democracia.

Con Andrés Pastrana los taurinos debemos estar agradecidos. Porque con èl se vivió un acontecimiento teñido de buena voluntad para robustecer el patrimonio de la ciudad. Y es que para dar sentido a este suceso, siempre la sociedad extrañamente tiende a cubrirlo con un yelmo anestesiado, cuando Andrés Pastrana, con inevitable y positivo trabajo de administración, fue el gran salvador de nuestra plaza de toros, el único escenario multiusos que tenemos, y que hoy ofrece una belleza arquitectónica que la señala como la plaza más linda de América. ¡Andrés, recibe la absolución de toda la afición taurina de Cartagena!. Estoy seguro que todos piensan así, pero no lo dicen. Justicia.

SARAMAGO Y LAS REFLEXIONES

Por EDGARDO PALLARES BOSSA

Salgo al exterior y me encandilo, tras nueve días de estar en el Hospital Bocagrande, víctima de una hematuria severa que me tiene en el dique seco. Sirvieron esos días para entrar en reflexión, y mas aún, tras leer una novela de José Saramago que cayó en mis manos, gracias a mi hija Paola Verónica, donde los protagonistas sin nombre, sufrieron ceguera en blanco – cosa simpática - , porque el que está ciego, solo ve penumbra, o mejor, no ve. Pero es que la literatura recoge los grandes misterios del hombre, y, este Premio Nóbel, provisto de una pluma inquietante, te lleva sumiso hasta el final del libro, con un argumento extraño.

Sin embargo, las reflexiones llegaron, pues el ser humano que es infiel por naturaleza, tiene momentos en que como en el toreo, se da cuenta que existen pases geométricamente iguales y estéticamente distintos. Por algo Camilo José Cela dijo que el toreo era “un arte misterioso, mitad vicio, mitad ballet”. Y esas reflexiones apuntan a muchas cosas que he dejado de hacer o que quiero vivir, quizá tras la magia de esta abaluartada ciudad cartagenera, que descubre la inspiración. Por ejemplo el despertar de nuestra afición diluida por la contaminación de la calumnia y el interés obsesivo de pelechar de las corridas enerinas. Eso lo comentábamos el día que veíamos en directo la corrida cumbre de San Isidro de Madrid, en el apartamento de castillogrande de Mauricio Villegas Gerds, entre el frenesí gastronómico de una excelente paella y un caldo Gran Reserva, que de inmediato me trajo a la memoria a un experto en enología como Augusto Covo Torres. ¡Marginado esos vicios, podemos recuperarnos! Ahí tenemos que el artículo editorialista en EL UNIVERSAL, del escritor Ricardo Vélez Pareja, preguntándose por el estado de la plaza de toros “Cartagena de Indias”, despertó el interés de la Alcaldesa Judith Pinedo Flórez, y ella nos dejará el escenario totalmente a punto, dentro de su administración, para la organización de los espectáculos taurinos, cosa que celebramos.

Y es que dentro de esas reflexiones tendría al alcance volver a la febril feria de Sevilla, en un palenque taurino que solo le faltan las piletas de agua bendita; así como embarcarme por un mes con una figura del toreo en su curiosa singladura, de corrida en corrida, para vivir esa vida singular, su vida interior, recordando a Mariano Tudela con Antonio José Galán o a Jean Cau con Jaime Ostos, para posteriormente escribir un libro sobre el ritmo, la cotidianidad y el interior del torero, sus preocupaciones y vivencias, pero recordando que somos seres vivos, que nos fluye la sangre por las venas.

Se me vinieron a la memoria tantas cosas de reflexión, que hasta los petreos toros de guisando, de la cultura vetona, parecieron cobrar vida.; el espectáculo indescriptible de las Islas Griegas, y París, la Roma Itálica, la torería bizarra del Sur de Francia, Montecarlo, y hasta un buen plato de Juan del Mar. ¡Tantas cosas que hacen ostensible que la vida es corta y que este mundo tiene mucho que disfrutar!

Por ello, es simpático lo de José Saramago, cuando demostrando que una novela debe respirar y debe tener vida, la ceguera negra la convirtió en blanca, pues con esa lucidez mental, terminó ofreciendo paz con la blancura y brillo al final, con el multicolor panorama de los que pueden ver. ¡Ojalá pronto los taurinos cartageneros podemos ver! Como los protagonistas de Saramago que al final de la novela recuperaron la visión.

GRACIAS, ALCALDESA

“EL TOREO ES UNA DE LAS MAS RICAS FUENTES DE INSPIRACION QUE EXISTE PARA TODAS LAS ARTES: LITERATURA, MÚSICA Y PINTURA”

Mario Vargas Llosa

No hay nada que no se haya dicho de Cartagena, aunque también queda por decirlo casi todo. Pero es que esta petrea ciudad tiene dentro de sí una mente que agradece. Tiene dentro de sí, una mente lítica que resguarda las buenas acciones y cobija la aprobación. Por tanto, nada mejor que traer a colación una de las tantas expresiones de trabajo y logros de la Alcaldesa Mayor de la ciudad, Judith Pinedo de Zea, quién en su interés por dejar ver sus lineamientos positivos en beneficio para Cartagena y que avalan su gestión administrativa, se ha proyectado hasta en la tauromaquia con la plaza de toros y su recuperación definitiva.

Recuerdo que siendo presidente del Concejo Municipal Joaquín Franco Burgos y yo oficiaba como gerente de la Corporación de Fomento Taurino y Ferias de Cartagena, responsable de la plaza de toros, fui al seno de los concejales y salvamos el escenario de su primer gran deterioro, con la incorporación de los impuestos de los casinos. Posteriormente, regreso a la plaza de toros en febrero de 2008, dentro de la actual administración de Pinedo de Zea, no solo como taurino de todo tiempo y lugar, sino en una administración dotada de algo muy importante para mí como es la honestidad, base de su trabajo por nuestra ciudad.

Entonces, emprendí una labor que primordialmente erradicaba la corrupción del escenario y por tal hecho fui amenazado y calumniado. No obstante, en la búsqueda de las mejoras del coso taurino, conseguí el aforo de la plaza en cerámica donado por la Fundación Corona; y atendiendo la sugerencia de César Rincón, el Salón de Mayorales y Monosabios debidamente climatizado; y la inauguración del que está considerado el mejor Museo Taurino de Colombia (Museo Jaime Vélez Piñeres) que se encuentra en las dependencias de la plaza. Y allí campea en su entrada una placa que registra el nombre de la Alcaldesa Judith Pinedo.

Sin embargo, como la plaza de toros ha recibido un trato ambivalente no de ahora, sino desde su inauguración en 1974, mi contrato del pasado año como administrador de escenario, llegó a su final y no pude lograr culminar algunas metas que deben tener las plazas de toros de primera categoría, como está clasificada la nuestra por la Undetoc, por falta de presupuesto.

Pero hoy, he recibido la gran noticia, que en la segunda quincena de junio se adjudica la licitación para la corrección definitiva del escenario, por el daño de la estructura metálica de la corona, lo que nos señala que por allá en septiembre tendremos la plaza de toros totalmente recuperada, ya que el Ider, suscrito el convenio inter-administrativo, emprenderá los trabajos requeridos y podamos entonces contar con un escenario multiusos, y la plaza de toros a punto, para todo tipo de eventos al margen de la corrida de toros.

Gracias Alcaldesa, afortunadamente contamos con su señoría para bien de la ciudad, en especial para los taurinos. Porque esta feble afición que en alguna época estaba a la vanguardia en el rol ferial colombiano, recibe con agrado una opción de muchos quilates como es la recuperación definitiva de la plaza, pero no olvide que el Museo Taurino tiene el techo deteriorado por la pasada ola invernal. ¡Gracias Alcaldesa, gracias! Pienso que se lo agradece, hasta el dios Mitra de la era románica.

MANZANARES, PLETÓRICO

Por EDGARDO PALLARES BOSSA

Cartagena de Índias, a Mayo 20 de 2011

El toreo es tan indefinible, que de repente nos regresa en los años. Porque tiene un archivo de recuerdos, que con la vivencia de la actividad, nos convierte el pasado en presente.

No se que será, pero cada vez que veo torear a José María Manzanares, se me viene a la memoria su padre, de quien he sido tan amigo como admirador y con el cual disfruté muchísimo, no solo en faenas portentosas, sino en anécdotas de la vida cotidiana dentro de la actividad taurina. ¡Siempre fui manzanarista!

Comenzando porque me fui a Cali con mí hermano Jorge y Edgardo Baena Pianeta, a ver su debut en Colombia en 1971. ¡Y vaya época! Desde allí esa pasión que solo ofrece el toreo y el seguimiento a un diestro de perfume.

Hoy, su hijo José María Dolls Samper, anda como los ángeles. Ha sido esperado por todos los públicos en España y apenas iniciando el tránsito hacia la madurez profesional, esboza un torero de retina. Un toreo espiritual que embriaga. Incluso, algunos críticos ibéricos dicen que enamora. Porque es que éste Manzanares tiene un ritmo al torear y su manera de encajarse al estirarse, sorprende. La densidad de su expresión filosófica la hace sublime. Sabe dar las distancias, los tiempos, el sitio al toro, y eso es de elegidos. ¡Y tiene a su vez una rebeldía interesante, que es el ardor! Yo diría que aún cuando estamos en épocas diferentes, tiene más valor que el maestro Manzanares. En el actual Manzanares existe un maridaje asombroso entre el toreo y la fiesta. Gusta a los festivos y gusta a los sensibles, a los que saben ver el toreo, porque es arquetípico.

Cuanto echamos de menos al médico Antonio Baena Sayas, a quien el maestro Manzanares le hizo el honor de ir a recibir el trofeo de la Peña Taurina “El Clarín”, en su casa de habitación en el barrio de Manga. Pero sabemos que desde la barrera del cielo debe estar disfrutando con el nuevo Manzanares. Este Manzanares que será sin duda el torero del año. Está enrachado y su entrega, cadencia y técnica innata, evidencia las cosas fáciles, como acontecía con su padre. Casta le viene de la buena y el arte lo lleva intrínseco.

Recuerdo al maestro Manzanares, quien fermentó una tauromaquia exitosa, un día en Medellín, en los prolegómenos de una corrida en la Macarena, cuando me invitó a refrescar vecino a la piscina del Hotel Intercontinental. Le expresé que tenía un guayabo tenaz, a lo que replicó: “¿Dónde la tenéis?” Y resulta que yo lo que tenía era una resaca y la quinceañera que en España dicen guayabo, no existía, por lo cual celebramos toda la noche después de su actuación. ¡Vaya guasa! Y no podemos olvidar su amistad, porque nos extendió tarjeta de invitación a su casamiento con Yeyes Samper, progenitora del actual Manzanares. Ese era el manzanarismo que disfrutábamos. Y en su última visita a Cartagena, me solicitó le separara de la multitud que se arrebuja frecuentemente en el patio de cuadrillas y no fue esquivo cuando la aficionada Mónica Fadul me pidió le ayudara para hacerse una fotografía con el maestro de grana y oro. ¡Aquella tarde dibujó el toreo!

Debe estar el maestro Manzanares con su hijo. Bien que lo merece, porque la sonrisa del éxito le viene desde los genes. Y esa actitud del actual Manzanares, la necesitaba el toreo. ¡Su lenguaje torero desestabiliza el pensamiento! Que siga así. El torero en agraz desapareció. Está pletórico.

LA TASCA EL BURLADERO DEL HOTEL COLON DE SEVILLA

Por Edgardo Pallares Bossa

Abril 25 de 2011

Con la corrida del Domingo de Resurrección, rompió fuego la postinera feria de Abril de Sevilla, en el escenario más taurino del mundo, la Real Maestranza de Caballería, donde se alzó el triunfador Julián López “El Juli”, haciendo ostensible el estado de gracia en el cual se encuentra, anunciando así lo que puede acontecer en el serial andaluz.

Sin embargo, al iniciarse la feria hispalense, se nos vienen tantas cosas a la memoria, como esa representación neoclásica que es el octogenario “Hotel Colón”, que comenzó a construirse bajo la mirada del arquitecto el Marqués de Castillejos, en el lugar o el lote donde yacían las ruínas del Convento de San Pablo. Allí, comenzó la historia de un sitio de hospedaje eminentemente taurino, donde se alojan las grandes figuras de toreo y donde se cobijan una serie de anécdotas que integran la vida de este sitio que trae recuerdos de Manolete y Arruza, hasta las actuales cabezas de la torería que año tras año van acrecentando su imagen. Allí “El Vito” fue figura representativa.

En el “Hotel Colón” vivimos experiencias inolvidables. En el Colón nos encontramos con Antonio Caballero, con Antonio José Galán, Francisco Ruiz Miguel, José Luis Galloso, Martín Berrocal y tantos amigos que circundan en planetilla de la tauromaquia. Allí vivimos los coloquios de Manolo Moles y la actividad de todo lo que tenga que ver con el mundo taurino. Toreros, apoderados, críticos, empresarios, ganaderos y aficionados del común, se reunen tras las corridas maestrantes en el “Hotel Colón”, el lugar que salpica a todo este entorno del mundillo de seda, sangre y sol.

Allí, en la Tasca restaurante “El Burladero”, conocimos al ganadero José Luis García de Samaniego y Queralt “Marqués de Albaserrada”, gracias a la gestión del gran pintor taurino Laurent Pallatier “Loren”, con quien compartimos una mesa en esa tasca presidida por un tapiz en relieve que tiene la figura al tamaño natural de Francisco Montes “Paquiro”, que en una ocasión fuera sustraído y recuperado en Londres por Scotland Yard. La sabiduría del “Marqués de Albaserrada” cuyo marquesado ostenta por ser descendiente de Hipólito Queralt, de verdad que sorprende y encandila. Muchas anécdotas intercambiamos y al día siguiente compartimos con él, en su finca “Mirandilla” vecina de Gerena. Y allí en el cortijo vimos la placa homenaje al novillo “laborioso”, del encaste Pedrajas, que fuera indultado en la Maestranza un 12 de octubre de 1965. Por Rafael Astoia.

Y Los recuerdos en la finca del “Marqués de Albaserrada” son también inolvidables, como cuando nos invitó a abrazar al toro “Hermoso” que deambulaba por los cerrados de su ganadería ¡Experiencia única y por demás de aparente fantasía! Un valioso amigo que conocí en el “Hotel Colón”. Y es que ese “Hotel Colón”, taurino por antonomasia, hoy revive y se convierte en el epicentro de la feria de más fuste de Andalucia: La Feria de Sevilla. ¡Y esa Tasca “El Burladero” si que cobra actualidad por estos días!

LA PEÑA “CARTAGENA DE INDIAS” Y EL SEMÍTICO OLÉ

Por EDGARDO PALLARES BOSSA

El toreo es tan grande y prolífico, que genera cultura y motiva una afición que por su contexto, obliga a los afanes protagónicos, como es la creación de clubes, círculos, peñas y porras, que agrupan a los aficionados de hueso colorado y que con la verdad de la fiesta disfrutan gregariamente del espectáculo. Cuenta la historia, que el pionero de los clubes taurinos es el “Cocherito de Bilbao”, que ya centenario, ofrece todo lo que tenga que ver con la afición de un espectáculo, que tras el semítico olé de una gran faena, trasciende a los tendidos.

Y es que en ese ejercicio de valor y de estética, que eclosiona en arte; el lenguaje del toreo está en todos sus protagonistas, y el aficionado es baluarte primordial en la fiesta. Por eso el toreo se poetiza. Porque el aficionado está allí para marginar su lenguaje simple y hacerse evidente con la muestra necesaria que sirva para encumbrar.

Hoy 14 de abril, al ver en la información social del diario local El Universal, una página repleta de fotografías sobre la transmisión de mando de la Peña Taurina “Cartagena de Indias”, celebro como si fuese miembro de esa institución a la cual admiro y respeto, pues allí continúan incólumes en su sede colonial, en una ciudad que ha venido soportando las heridas de los alfanjes, de los distintos gobiernos que pasan por la Alcaldía Mayor, con un trato insulso y despreciativo, por un espectáculo que en nuestra ciudad tiene sus adeptos y que cobija una tradición taurina conocida a nivel internacional.

Aquella iniciativa de la Peña “San Diego”, que diera paso a la actual Peña “Cartagena de Indias”, pues el resto de agrupaciones están en el límite de la desaparición, me genera una alegría inmensa en estas tristes épocas, con una plaza de toros tan bella como la del barrio Escallón Villa, que está totalmente cerrada y que espera con el paso inclemente del tiempo, la sometan al arreglo que requiere y podamos los taurinos aspirar a la celebración de las corridas de toros con la próxima Administración Distrital, pues con la actual no lo creemos.

La Peña Taurina “Cartagena de Indias” es fortín necesario para la tauromaquia en Cartagena. Allí, donde están ilustres aficionados como Eduardo Fernández, Antonio Lequerica, León Trujillo, Guillermo García, Kike Fernández, Javier Bustillo, Orlando Vergara, Carlos García y tantos que se nos quedan, hoy con Faustino España en la presidencia, estamos seguros emprenderán una nueva singladura, para que recuperemos lo nuestro. ¡Que bonito es que en un periódico que no se ocupa de la tauromaquia, dediquen una página completa a la decana de las peñas! Eso me estimula y quizás, evidencia un panorama esperanzador. Gracias taurinos peñísticos. No olvidemos que el toreo es tan nuestro, como el habla que hablamos. ¡Se merecen el olé!.

edgardopallares-fiestabrava.blogspot.com. Abril 14 de 2011

LOS TAMARONES SE IMPONEN EN SEVILLA

POR: EDGARDO PALLARES BOSSA

Ha comenzado por “Fallas” la temporada taurina española donde Manzanares se erigió en el gran triunfador, mientras por estos días se lleva a cabo la asaz importante Magdalena-Castellonense, que Acartela a figuras de renombre. Y en el ámbito taurino, más exactamente en la calle, están los carteles definitivos de la tradicional y más postinera feria andaluza, como es la Feria de Sevilla, que se inicia con el Domingo de Resurrección (24 de abril), hasta el domingo 8 de mayo, con el cierre de la miurada. Y ¿Qué tal? El 10 de mayo seguidamente da comienzo la Feria de San Isidro en Madrid.

Pero el toreo por estas épocas tiene ya sus razones vividas. Y nos muestra, con la excepción a la regla o meramente anécdota, que una vez más la estirpe Tamarón sigue imponiéndose en la cartelera sevillana. Y es que al mirar los carteles de la capital de Andalucía, cuyo escenario es la plaza Real Maestranza de Caballería, se me viene a la memoria una revista CLARIN, de la peña del mismo nombre, editada en el año 1999, donde incluíamos un artículo sobre Ramón Mora Figueroa, el creador del toro de hoy, del encaste que hoy hace real las grandes faenas ejecutadas por las figuras del toreo actual. ¡Y aquel artículo no era un estólido lenguaje! Aquello era la verdad de lo que año tras año vemos por las ferias taurinas de lujo de España.

Y es que así como el traje de luces es el verdadero Itaca del toreo El encaste Domecq, también es la verdadera identificación de las ferias de fuste, tanto en España como en Francia, y, las empresas se orientan hacia estos Tamarones, bien sean de Domecq o Núñez, vía Rincón.

Ramón Mora Figueroa, hijo del Márquez de Tamarón, es quien inicia “el viaje” de los encastes, porque él, que fuera tan amigo de José Gómez Ortega “Joselito”, influyó en Mora y dicen que a instancias del famoso torero, fue que el Márquez adquirió la ganadería de Fernando Parladé, donde Ramón era quien seleccionaba y dirigía todo en la divisa parladeña, pues a raíz de sus abolengos, Parladé era participe más que todo de otro tipo de negocios, distintos a la crianza del toro bravo. De allí partió el toro más armónico, bien rematado y cuesta abajo, que hoy se ve en las plazas de toros y, por tanto, la actual feria de Sevilla se cimenta en los Tamarones de Domecq y donde aflora el nervio de Rincón, los Tamarones de Núñez. Y es que gracias a Mora Figueroa, hoy contamos con estos encastes que proceden de Tamarón y se imponen en la sevillana feria y en general por todos los seriales del orbe taurino.

Para hacernos más entendibles, a nuestros seguidores del blog y en especial a mi gran amigo Armando González Crismatt, docto en estas lides, en otra oportunidad seremos más explícitos, sobre el asunto de los Tamarones que actualmente se lidian y que como en Sevilla, solo dejan un resquicio a los Victorino de Albaserrada y al Miura de Cabrera. Pero esa es la verdad del toreo de hoy.

Cartagena, Marzo 29 de 2011

“EL TORO DE LIDIA MUERE DE MUERTE NATURAL”

Edgardo Pallares Bossa

EL FUTURO DE LA PLAZA DE TOROS

POR: EDGARDO PALLARES BOSSA

Tras el preocupante y equilibrado artículo del escritor Ricardo Vélez Pareja en EL UNIVERSAL, nos abarca el interés por conocer el pensamiento de las autoridades distritales sobre la plaza de toros “Cartagena de Indias”, que es un inmueble que sirve para miriadas de eventos por su estructura arquitectónica, haciendolo y que lo hace llamativo tanto para el empresario musical, como el deportivo, al margen de lo que tiene que ver con la Fiesta Brava. Es decir, se trata de un escenario multifuncional, que bien puede ser administrado para el beneficio comunitario, incluso, para generar recursos para la cultura y el deporte.

Sabemos que la plaza de toros será reparada con recursos distritales y que el procedimiento no tiene espera por aquello de la ley de garantías con miras a las elecciones de octubre, pero ¿cuándo será la reapertura de la plaza? Y es que me parece muy significativo que en el año del Bicentenario se haga ostensible esa reapertura con un espectáculo taurino de campanillas, pues conocemos de empresas interesadas, para que la tauromaquia en Cartagena cobre actualidad dentro del concierto ferial colombiano, con una posición de vanguardia en el país.

Sin embargo, no hay derecho a que tan bella plaza, tuviese sus cerrojos puestos durante dos largos años, cuando el escenario se podía utilizar, previo límite de acceso a la corona y balcones, que es donde presenta el daño por falta de mantenimiento. Por todo ello, considero que debe ser viable entregar la plaza de toros a una corporación sin ánimo de lucro, similar a Bogotá, Medellín, Manizales y Cali, que propicie recursos para el deporte y la cultura, como es en la capital de la República, donde el IDRD recibe jugosos recursos para la gestión deportiva de parte de la corporación que regenta la plaza de toros Santamaría.

De tal suerte que hay que convertir a los toros sin timidez, en una rama social, con un escenario generando recursos para el deporte y la cultura, integrando la recuperación social de la zona con otros efectos como el gastronómico, en la medida en que se concesione a una corporación que explotaría el caso ofreciendo otros servicios. Lo que tenemos es que confiar en nuestras gentes. En quienes honestamente buscan recuperar la plaza de toros y sacar esto adelante, descargando al distrito de un musculoso presupuesto por mantenimiento general.

Aun no sabemos qué pasará. Pero de ser viable la corrida del Bicentenario y la organización de la feria de 2012, es necesario contar con el tiempo suficiente para la debida promoción, apertura de abonos y publicidad requerida. Ojalá para bien de la ciudad esto cambie, pero de momento, entre los candidatos postulados para la alcaldía de Cartagena, que beneficie no solo a la ciudad sino a la tauromaquia, vemos al hiperestésico Miguel Raad Hernández, quien es un conocido taurófilo. Como burgomaestre sería exitoso para el futuro taurino. Por ello, quienes amamos la fiesta brava debemos inclinarnos por alguien que de esto conozca y poder orzar la nave para la recuperación definitiva de los toros en la ciudad.

¿QUÉ PASA CON NUESTRA PLAZA DE TOROS?

POR RICARDO VÉLEZ PAREJA*

Siento mucha nostalgia de aquellos tiempos en que la ciudad vibraba con las temporadas de toros en la bella plaza la Serrezuela. Allí vi desde niño faenas monumentales en las manos de los inolvidables Paco Camino, Dominguín, El Viti, Ángel Teruel, Paquirri, Pepe Cáceres, El Cordobés, entre otros. Pero nuestra querida y entrañable plaza se fue deteriorando hasta quedar en el estado lamentable y doloroso que hoy se encuentra.

Por iniciativa y oportuna intervención del alcalde Juancho Arango, del representante a la Cámara por Bolívar, Joaquín Franco Burgos y el gobierno del presidente Misael Pastrana se construyó – con diseño de Manuel Delgado si mal no recuerdo – la nueva y bella plaza Monumental de Cartagena de Indias que fue inaugurada por el muy admirado Antonio José Galán en 1974.

Desde ese entonces se venían haciendo ferias taurinas para los primeros días del mes de enero de cada año, con carteles envidiables como el July, Sebastian Castela, Cesar Rincón, El Cali, Luis Bolívar, Joselillo de Colombia y Manzanares.

La última Feria fue en 2008 y últimamente se ha regado la versión de que la plaza se está cayendo y que está totalmente abandonada. Por esa razón, me comuniqué con Edgardo Pallares – amigo de la infancia del Pie de la Popa – gran taurófilo quien me hizo explicaciones sobre los problemas de la Monumental.

Como Gerente de la plaza me informa que hay conceptos del ingeniero Arnoldo Berrocal en el sentido de que la plaza no se va a caer, de que el problema de la Corona es que la estructura metálica de esos palcos necesitan trabajos de resanamiento, pintura e impermeabilización, de resto la plaza está en buen estado con el apoyo de la Fundación Corona que donó los aforos en cerámica repujada de azulejos corona de los 12.568 aforos que tiene. Es de destacar que la plaza cuenta con un museo taurino que para muchos es el mejor de Colombia, por sus objetos, sus cabezas de los toros fundacionales de Aguas Vivas en 1929, el traje de luces de Galán cuando inauguró la plaza, salones de mayorales, monosabios y enfermería dotados de camas y climatizados para atender a los toreros.

Entonces ¿Qué es lo que pasa en la alcaldía que no retoman el control y financiación del funcionamiento de la plaza? ¿Si estaba adscrito al Ider, porqué no pasa directamente al Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), para que sea este importante organismo el que la mantenga y la arriende o de concesiones para eventos musicales durante el año y se puedan reanudar las corridas de la Feria Taurina?

En fin, tenemos la plaza más bella de América, escenario mágico para cualquier evento de los tantos que se organizan en la ciudad como festivales de boleros, música, jazz y muchos otros que le significarían ingresos para mantenimiento e inclusive generar recursos para la cultura de la ciudad. Por lo pronto es urgente que la plaza reciba los fondos necesarios para hacer las obras urgentes de restauración de la Corona y de esta manera podamos disfrutar los cartageneros y turistas de un festival de música Caribe y si no es posible una Feria taurina de varias corridas, por los menos que haya dos corridas en sábado y domingo con los mejores carteles y ganadería de Colombia y España.

* Abogado y escritor

rivelpa@yahoo.com

¡TOREANDO SIN TOREAR!

Por Edgardo Pallares Bossa

En el toreo, aun cuando muchos no lo crean, se torea sin torear. Un argumento extraño para algunos, pero que vislumbra una verdad dentro de la historia, de la ética y de la explicación clara de ese círculo íntimo que evidencia la magia de la tauromaquia. Unos hablan de la pureza, otros de la impronta de un manifiesto que el margen de ejecutar faenas, muestra todo ese misterio que rodea a la expresión taurina. En el toreo lo más importante es la transmisión, y por eso siempre he asegurado que “el toreo grande tiene alma, y su grandeza es la catarsis del alma del público”. Pero no solo se transmite en el ruedo, también se transmite en la calle, en la ganadería, en el entrenamiento; donde la técnica lo exija, porque el toreo se vive a toda hora. ¡el torero, el ganadero, el empresario, el crítico y el aficionado, sienten el toreo en todo momento. Nada mejor que recordar momentos vividos por diestros que en Cartagena fueron triunfadores. Como el madrileño Ángel Teruel y el sevillano Juan Antonio Ruiz “Espartaco” en pasajes o en conceptos técnicos que bien nos aclaran que se torea sin torear. Para torear hay que someter, y se somete por ejemplo, cuando sabes hablarles a los toros. Ellos tienen su lenguaje, por eso hay que saber hablarles, darles su distancia, su sitio, sus alturas. Existen algunos toros a los cuales hay que hablarles con voz fuerte al comienzo y vocearlos suavemente cuando están sometidos. Incluso, a veces, hay que dejarles tocar las telas para que se confíen y continúen su acometividad ligada, sin solución de continuidad, detrás del trazo del muletazo, templado, y así se templa el toro. Ángel Teruel obligó a Rodolfo Martínez “Romar” a titular una crónica en EL UNIVERSAL, cuando debutó en Cartagena, por allá por el año 1969: “Un Ángel cayó del Cielo”. Y cuenta el espada madrileño que en sus comienzos en un tentadero en la finca de Amelia Pérez Tabernero, estaba el maestro Antonio Ordoñez lidiando una vaquilla. Teruel, a la sazón novillero, abrió su capote al lado de un burladero, y, en un gesto despectivo y de sosiego, se sentó sobre él. Ordoñez toreando a su vaca la llevó exactamente donde estaba Ángel Teruel y se la echó encima, diciéndole: ¡Para que no te vuelvas a sentar cuando torea un torero! ¡Toreando sin torear!

A ese mismo diestro madrileño tan recordado en Cartagena, torero de intuición, de facilidad y de asepsia, un día un toro de Juan Pedro Domecq, lo sacó de un burladero y le pegó una cornada en Madrid, sin haberle dado un capotazo. ¡Toreando sin torear, porque la cornada hace parte de la tauromaquia! Y es que el torero es eso. El toreo es una comunión de supervivencia absoluta, que se evidencia con arte, ritmo y poesía. “Espartaco” afirma que el toreo es el último segundo, y que todos los días aprende más de toros. Sin embargo, ha sido considerado un maestro consumado; el torero que más ha salido por la Puerta del Príncipe de Sevilla y el que más temporadas ha alcanzado por mayor número de corridas. Dice “Espartaco” que solo viendo torear aprende y se siente más torero. Que los toros cada día enseñan algo diferente. ¡Toreando sin torear! Conozco de aficionados que se sienten toreros cuando están presenciando una gran faena. Viven el momento y se sienten toreros y eso no es otra cosa que torear sin torear. Es el misterio que rodea a la tauromaquia. Donde a uno le asalta lo pasional, porque al fin y al cabo, la pasión deriva de la transmisión, que es lo más importante en la Fiesta.

EL TOREO EN LA MAESTRANZA

Por: Edgardo Pallares Bossa
Abril 18 de 2010
Mi propósito es alimentar este Blog para cumplir con mis amigos taurinos, hoy cuando se inician los “ farolillos” de la Feria Sevillana, ruedo donde el toreo se poetisa, donde un verdadero bardo le canta a la fiesta y donde esos silencios del conclave maestrante, son de expectación, de calificación de rechazo o de aprobación. ¡que bueno sería que Oscar Corrales o Roberto Vallejo, presenciaran una corrida en el coso del Arenal, circundado por vencejos para que se iluminen y se conviertan en unos vates trascendentes y hasta cósmicos¡. Porque cuando el toreo se plasma en la Maestranza, la fiesta transita con características diferentes ¡ se adorna con poesía¡.
En la Real Maestranza de Caballería todo es distinto. Desde la llegada por la calle Adriano, donde de inmediato nos inocula el ambiente de tauromaquia seria, de tauromaquia recia, pero también de tauromaquia festiva. Y si penetras a la calle Iris, el asombro es de una emoción simbiótica, entre la pasión, la alegría y el interés por la gloria taurina. Llegar a los tendidos y mirar la belleza arquitectónica del escenario y sus ciento diecisiete arcos, deslumbra. El ruedo con su mágico y mítico albero de Alcalá de Guadaira, encandila. Y la música, los pasodobles Real Maestranza y Churumbelerías, agitan el corazón. Y que decir de Nerva que con su sólo de trompeta eclosiona el olé….. porque la música en la Maestranza no la ordena la Presidencia, la música en la Maestranza la aprueba el director de la Banda , de máxima calificación ¡ y es que el toreo en la Maestranza se torna en música¡ .
Salir por la Puerta del Príncipe, es la ilusión de todo torero, que para ello ha de cortar tres orejas como mínimo. La Puerta del Príncipe que da para la dársena del Guadalquivir, por el Paseo Colón, ha sido abierta por Curro Romero y Espartaco , en punto máximo Puente de Triana, arriba; y es la meta cimática de aquellos que se trajean de luces y se acartelan por sevillanas. En Sevilla, la fiesta cobra otra dimensión y a la Real Maestranza sólo le faltan las piletas de agua bendita ¡ el toreo allí es elocuente , es ilustrativo, es sorprendente, es simplemente de luces.
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EL TOREO INTEGRADO A LA DIGNIDAD HUMANA.

Por: EDGARDO PALLARES BOSSA.

Especial para El Universal

El Tartufo de Moliere ha sido por siempre la expresión del doble lenguaje. Algo así como la hipocresía bífida o la emulación de algo también bífido, lo cual lo convierte en un elemento sustancial para intereses propios, pero que en el fondo es contrario a lo que debe ser. Son muestras endogámicas las que evidencian los que promueven el final de los toros, basados en un arquetipo más que todo sensiblero, en un imaginario continente que a la larga no es exacto. Lo que se debe promover es la libertad, la libertad de trabajo, la libertad de culto, la libertad de expresiones de diversión y cultura.

Particularmente me enervan las tesis sobre el maltrato al animal, quizá haciendo ostensible más bien, una alteración mental con zafios procederes. Porque en lo que concierne a las corridas de toros, es necesario, primero, propagar un respeto hacia el torero que es protagonista del toreo, porque el toro por su parte, nació y fue criado para ese fin, pues se le honra con su muerte, que es un hábito intrínseco de su especie animal. Y segundo, la tauromaquia se jerarquiza sólo en el ruedo, con el comportamiento bravío del toro y la técnica y el arte del hombre. El día que un torero muere por asta de toro, pierde el hombre, no el torero.

Por eso, vayamos por partes.

Leyendo un artículo de Antonio Pelé, de la Universidad Carlos III de Madrid, me sobrecoge de inmediato un cobijo sobre los derechos humanos, preferencialmente en cuanto a la dignidad humana, que me hace racionalizar sobre los enemigos de los toros, los animalistas, quienes en este tema y a final de cuentas, se convierten en antianimalistas, conclusión que le demostraré más adelante.

La corrida de toros tiene un sentido ético, porque se respeta la propia naturaleza del toro de casta y además, se le da vida para cumplir con su cometido, que no es otro que vivir para entregar eso que por su sangre y su instinto le obliga a combatir. El filósofo francés Francis Wolff lo aclara enfáticamente: “El toro bravo de naturaleza ofensiva es un ser que debe vivir libremente, como un ser rebelde a toda domesticación y que debe morir luchando y no como un manso que ha de vivir bajo la dependencia del hombre y morir en el matadero. Tal es la secreta ambigüedad de la identidad del toro en la corrida, a la vez mejor amigo y mejor enemigo del hombre, que revela el doble sentido ético de la corrida: de un lado de lucha trágica y, de otro, la que responde a la muerte del toro, que es a misma que responde el conjunto de la corrida”.

Pero a todo ello, tenemos que anteponer la dignidad humana. Definir unas pautas inherentes a ello, cuyo régimen se ha trazado, como en el toreo, durante la época premoderna, donde la dignidad humana va ligada a Dios, incluso desde su creación. De allí que el hombre se manifieste con diversos tipos de comunicaciones porque está dotado de una inteligencia superior, que no tienen los animales y tal es el hecho, que en nuestro mundo contamos con diferentes lenguajes propios de las civilizaciones que nos han poblado. Por eso, el ser humano ha podido demostrar su grandeza y superioridad sobre el resto de los animales, quienes todos por instinto componen ese universo de seres de nuestro planeta, animados e inanimados, que deben estar bajo el sometimiento del hombre, ya que Dios lo dotó de todas las capacidades para imponerse y para ejercer su predominio en todas las actividades de la vida. Esto nos lleva a pensar que el concepto de dignidad humana es un concepto religioso, concepto bíblico por numeroso, y, que además está registrado en el génesis de ese documento cristiano, donde se señala que los animales están para que el hombre se “señoree”, o dicho de otra manera, para servicio del hombre (Génesis 1:28).

“Ya en la época moderna, el concepto de dignidad, fue reformulado: la dignidad del hombre deriva de su naturaleza humana, pero dicha naturaleza se desvincula progresivamente de cualquier origen divino. Como en la época premoderna se hace un elogio de las capacidades humanas, pero esta vez, deduciendo de estas mismas, la dignidad del hombre, sin acudir a ningún parentesco religioso”, aclara Antonio Pelé. Es decir, que se arguye sobre la singularidad de la dignidad del hombre, en contraposición a lo irracional. Y es que el hombre reformula el Estado de Derecho, integrando las normas basadas en la dignidad humana y su valor absoluto es utilizar todo para navegar por encima de todo, con libertad y autonomía, sobre el resto de ls animales. “El valor del ser humano deriva de sus capacidades, aunque estas se manifiestan de distintas formas en cada individuo, e incluso, se manifiestan en ciertos individuos, anota Roberto Spaemann.

En la tauromaquia, contando con el bloqueo de los receptores del dolor por las betaendorfinas que libera el toro de lidia, anestesiado, como cuando un boxeador con su rostro ensangrentado, recibe golpes, aguanta, se enfurece, y también suministra golpes a su oponente; éste mismo animal, el toro de casta, resulta que también contribuye al ecosistema, por cuanto tenemos a nivel mundial más de dos millones de hectáreas dedicadas a la crianza del toro bravo, terrenos que el mismo animal protege y en particular el ganadero, pues esos límites son exclusivamente para ellos. Nada mas en España hay más de 680 ganaderías donde hierran alrededor de 60.000 cabezas al año, y, mientras, estas existan, seguirá existiendo la tauromaquia. Por tanto, no entendemos que buscan los ecologistas con la abolición de las corridas, más aún, cuando por el calentamiento global la vida tiende a cambiar y se hace necesario proteger los ecosistemas. ¿Qué futuro piden para el toro de lidia los animalistas con la supresión de los espectáculos taurinos? Lo único que se me ocurre es que propendan por escoger diez reses y criarlas en cautiverio para entonces después echar las campanas al vuelo aduciendo que “ellos” preservan la especie toro de lidia. ¿No se imaginan que al desaparecer las corridas, desaparece esta especie? No olviden que se trata de un animal que no es ni doméstico ni salvaje. Es un animal único en la tierra de acuerdo a su comportamiento, lo que nos lleva a predecir que promoviendo su maltrato, nada se logrará, teniendo en cuenta esas características que hace que el toreo sea un espectáculo totalmente indefinible, centrado en una ética y en una estética, que a final de cuentas no se define como arte ni como deporte, pues reúne ambos factores. Y es indefinible porque es de sentimiento, porque es de una inspiración diferente, cimentado en una técnica que la obliga el mismo comportamiento del toro en la plaza.

De tal suerte, que aún cuando subsistan las protestas de los antitaurinos, la fiesta de los toros se defiende sola, como dice Antonio Caballero. Porque el hombre se desenvuelve en este mundo mediante diferentes manifestaciones. Y sabe matizar sus influencias. Además, el toro de lidia de otro lado, es como todos los animales que a palabras del laureado escritor Manuel Vicent, quien estuvo en el reciente “Hay Festival”: “los animales son inmortales, porque viven, pero no saben que han de morir”.

Ningún animal puede superar la inteligencia del hombre; ningún animal puede razonar como lo hace el hombre. Y en nuestro caso, la manifestación del toreo, origina una serie de facetas, como los oficios que giran en su entorno o como la misma creación de un lenguaje propio (vocabulario) que enriquece la inteligencia de ser humano, quien debe estar por encima de todo. Vistas las cosas así, no debemos hablar como Tartufo en doble lenguaje, porque por encima de todo debe estar el hombre y su dignidad, y de esto no se escapa el influjo del toreo.

Conclusión: El toro cuida un ecosistema y su filosofía es distinta a todo. Que su especie es singular, diferente al resto de animales y en su instinto bravío anestesia el dolor. Pero más que todo, propicia un valor estético que sólo lo puede hacer palmario un ser humano, con unos valores que los hace independientes de los demás y que al ser triunfales, el éxito sería entonces del hombre conjuntado a esa especie de animal, que mediante un juego paródico, revela la dignidad humana. ¡De todas maneras, considero que es un tema de imposible acuerdo, de imposible conciliación, pues el hombre basado en su inteligencia, se desempeña en múltiples sistemas de recreación!.

RAMON MORA FIGUEROA EN EL TORO DE HOY

Hablar de toros siempre produce relajación espiritual, para quienes como yo, disfrutamos y vivimos a diario la pasión de la tauromaquia. Hoy, cuando un amigo de la intelectualidad como Roberto Vallejo Jiménez, Director de Deportes IDER, me incita al alimento semanal de este blog, se me viene a la memoria una tertulia, de las que habitualmente hacemos con Armando González Crismatt y Horacio Meléndez, sobre la temática del protagonista de la fiesta, como es el toro. En una de ellas destacamos la importancia de Ramón Mora Figueroa, sobre el toro de hoy, pues considero que ha sido él, el artífice de los encastes de nuestra época, donde brilla con luz propia el encaste Domecq.
Mora Figueroa, está en los anales del toreo, como Antonio de Arévalo está en la historia de Cartagena de Indias. Resulta que Arévalo, constructor de las murallas, baluartes y cortinas de la ciudad, no tiene siquiera un busto en el casco urbano y la gran mayoría de los cartageneros no saben de él. ¡Solo el Tecnar de los Vélez le hace honor!
Pues algo parecido sucede con ese arcano portuense que tanto bien le hizo a la Fiesta Brava, pues a él, precisamente se deben, los encastes de hoy, como Núñez, Conde de la Corte, Atanasio y Domecq.
En la Finca “Las Lomas” en la Janda (de donde proviene el nombre Jandilla), sitio obligado de recreo y trabajo preparatorio del famoso Joselito “El Gallo”, amigo entrañable de Mora Figueroa, partió el Toro de Hoy. Y dicen que a instancias del inolvidable torero, fue que el Márquez de Tamarón, adquirió la ganadería de Fernando Parladé, donde Ramón era el baluarte más significativo, pues era él quien seleccionaba en los tentaderos; era él quien orientaba la ganadería. Joselito aconsejó la compra a Mora Figueroa y este a su vez al Márquez de Tamarón su padre, y como todo hay que decirlo, Parladé demoró poco en la cría del toro bravo, debido a sus abolengos y múltiples negocios personales, confiando siempre en la orientación y los consejos que le suministraba Ramón Mora, verdadero eje de lo parladeño . Sin embargo, la fama la cosechó el prestante miembro de la sociedad sevillana, más no así, quien entre bastidores apuraba en la selección.
Y es que Mora Figueroa, en el fondo buscaba un toro con más fondo. Más toreable y con menos genio. Con tranco y desplazamiento, con más temple. Y a fe que lo logró, porque la sangre parladeña se constituyó entonces en el tronco de los primeros encastes y mejores ganaderías de la actualidad. Pero cuando se irisó en la casa del Márquez de Tamarón el problema económico, es el Conde de la Corte, a petición de Ramón, quien compra la ganadería y una vez más Mora es el principal asesor y por tanto quien ayuda al conde a vender sementales y puntas de vacas a otros criadores, entre ellos Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio y sus hijos Juan Pedro, Álvaro, Salvador y Pedro, vecinos de fincas. Incluso, dicen que Juan Pedro Domecq Solís, es del “Toro Artista”, aun posee copias fieles de los libros de Fernando Parladé y del Márquez de Tamarón, como tiene, como tiene del Duque de Veragua. Y hay más Mora Figueroa, superada la dificultad económica, volvió a formar otra divisa propia, con lo que él había manejado anteriormente, también de procedencia “condesa”, lo que posteriormente pasó a manos de Carlos Núñez, como de los Domecq.
Vistas las cosas de esta manera, es claro que Ramón Mora Figueroa es el gran impulsor del Toro de Hoy, conclusión a la que llegamos en la tertulia, sin ninguna “Morisqueta”, porque siempre él permanecía como consejero o el directo responsable de las selecciones, abriendo así, varias líneas de encastes. Fue famoso en toda España por sus conocimientos, pero como hombre sin presunciones, por su forma de ser, no se le reconoció a nivel general por la crítica taurina el mérito que en verdad merecía y que reconocemos en este blog, resultado de una tertulia, ¡ Que para eso quedamos los taurinos de Cartagena!

LIBRO QUE RECOMIENDO: AUTOR JUAN PEDRO DOMECQ. TÍTULO “DEL TOREO A LA
BRAVURA”. ESTE LIBRO ESTÁ AGOTADO EN ESPAÑA.
LO TENGO GRACIAS AL SACERDOTE Y ENTUSIASTA
AFICIONADO AGUSTÍN DEL VILLAR.

LA MIRADA DEL TORO - Por Edgardo Pallares Bossa


No es pensar mal, que la lógica del toreo está en los ojos del toro, porque la tauromaquia comienza por la mirada del toro. Y en su fondo subyace la reflexión del toro y del torero: ¡Que se ha de hacer! ¡Que se ha de ejecutar! Esa es su valoración. Y en su mirada está el misterio de plasmar en el ruedo una realidad estética.

El buen toreo, que es distinto a pegar pases, ha de ser ascético y aséptico, porque se torea y se personaliza el toreo con el espíritu. Y para poder ofrecer eso, hay que comprender la mirada del toro. Tenemos que hay toros que miran con ojos de bueno, con cara de buena gente. Otros, tienen una mirada intermitente. ¡A esos hay que entenderlos! Otros miran con fijeza y seriedad, imponiendo respeto. Y los peores, aquellos que miran con cara de asesinos. Por tanto, el torero debe saber interpretar la mirada del toro e incluso, conocer los encastes para entender sus miradas. Por ejemplo, de todos los encastes existentes los que miran más son los santacolomas y los murubes. A esos el diestro debe saber “tocarlos” para que embistan en el momento exacto.. El murube permite un muletazo largo, cuando le “tocas” en su momento y poco a poco. Así va dando la profundidad. En el santacoloma el “toque” ha de ser pronto, porque es un toro muy miron y ágil, y dicen los toreros que hay que “tocarlos” cuando dejan de mirarte, en el justo momento, igual que al toro que desparrama mucho la vista. Porque el propósito es que el toro se fije definitivamente en el engaño. No hay que olvidar que el toro nació para embestir, que el está en el ruedo para coger. Y el oficio del torero es ir sometiendo al toro. Invirtiendo los valores.

El maestro Jose Mari Manzanares, dice: “El misterio de los ojos del toro mide la inteligencia torera. Allí radica todo, en su mirada”. Y así es. El toro puede dudar, pero el torero no. Al fin y al cabo el objetivo está en saber entender al astado para poder ofrecer el arte. Y los ojos del toro lo dicen todo.

Hay una anécdota del mejicano Manolo Martínez, en la monumental, cuando una tarde le salió el toro “borrachon” de San Mateo. Al verle los ojos de asesino al toro, con el capote en mano, se acercó a las tablas y le dijo al Doctor Salinas, su médico: ¡“Doctor, váyase para la enfermería, que ahorita le sigo yo”! Y así pasó. Aquella tarde Manolo se fue para el quirófano con la femoral partida. Ese es el misterio de los ojos del toro.

EL TOREO DE ESCRITORIO Por EDGARDO PALLARES BOSSA

Es inconcebible que un profesional del toreo evidencie todas las barreras necesarias para buscar destruir el espectáculo taurino, cuando la muerte “florece” es en las mismas plazas de toros, en cornadas y heridas y hasta en cogidas mortales; pero no, en el irreverente despacho de un sindicato que procura cancelar una feria taurina como la de Cartagena, que solo ofrece trabajo y recreación a propios y extraños.

La Unión de Toreros de Colombia, UNDETOC – Sección Subalternos, ha sido birlada por un empresario pasajero, en algo más de cuarenta millones de pesos, con el pago a su tesorero de las actuaciones de sus toreros afiliados como acartelados de cuadrillas y, dicha cancelación fue con unos títulos valor (cheques) sin fondos, que por supuesto deben procurar hacer efectivos, pero aplicando las vías judiciales que otorgan los códigos y normas jurídicas, más no pretendiendo imponer un veto a un escenario que nada tiene que ver y que no pertenece al empresario de turno.

El IDER (Instituto Distrital de Deporte y Recreación) es el organismo que controla y mantiene la Plaza de Toros “Cartagena de Indias”. Ese organismo autónomo contrató con el empresario Eddy Zúñiga “Joselillo de Colombia” y éste a su vez es quien contrata con la UNDETOC. El empresario ha de cancelar al IDER el arriendo del escenario, como hacen todos los organizadores, pues se trata de un escenario multiusos. ¡Pero miren lo que viene! Ahora el IDER adjudicó a la empresa española “Ruedos Bravos” y estos han sido bloqueados y no pueden organizar la feria, porque los señores de UNDETOC exigen se les cancele su deuda ¡habrase visto!.

Es decir, las leyes en Colombia no existen para estos toreros de despacho y por tal vetán insólitamente un escenario y paralizan a una empresa taurina que en nada tiene que ver con lo acontecido. Igualmente pretenden que el IDER o la Alcaldía Mayor de Cartagena de Indias lleven a efecto un delito de peculado solicitando les cancelen emolumentos que “pagó” el empresario Zúñiga. Antes al contrario, la UNDETOC lo que debe es proceder por vía judicial contra el empresario, pues éste les canceló con esos cheques de fondos insuficientes y por tanto, en nada tienen que ver ni el IDER, ni la Plaza de Toros y mucho menos los nuevos empresarios que se disponen a ofrecer trabajo y servicio a mucha gente.

¡Podría argumentarse que el empresario los engañó, pero estos sordos argumentos no son válidos para los afectados propietarios del inmueble! ¡Es el absurdo proceder de un ente que lo que debe es fomentar la afición en Colombia! Apelamos a la reflexión de UNDETOC y que ojalá margine el toreo de escritorio.

EL TOREO ARTISTA Y MORANTE…por: Edgardo Pallares Bossa

Me solicitó mi amigo, el médico Guillermo García Quintana, Presidente actual de la Peña “Cartagena de Indias”, que disertara sobre el tema El Torero Artista, en esa tribuna cartagenera, complementando la incursión sobre la pintura en la tauromaquia de Leon Trujillo Velez. Motivos excluyentes obligaron al aplazamiento del evento, pero que no debemos hoy pasar por alto, cuando estamos en plena actividad ferial en la ciudad y contando con la presencia del torero con más inspiración de la baraja actual, como es “Morante de la Puebla”.

El toreo es un arte. Así de claro es. Lo demás es fanfarronería. Y el torero debe contar con una alta dosis de inspiración, al margen de la personalidad y el fuelle que tenga. Por cierto, es una verdad admitida, que en el toreo transitan los trabajadores, los técnicos, los valientes, aun cuando primordialmente el torero debe ser artista.

Yo diría que hay dos clases de toreros artistas. Aquellos que lucen bien estéticamente y de capacidad lidiadora y; aquellos que son de “soplo”, de inspiración, que tienen “duende”. Y “duende” es un encanto misterioso que tiene el diestro, es poseer unas cualidades artísticas y estéticas que individualizan al torero. Es un “pellizco” especial. Es atesorar algo diferente, que parte del espíritu.

De aquellos se recuerdan a Bienvenida, Ordoñez, Camino, Antoñete, el Viti, Teruel, Fuentes, Manzanares, Ponce; y más allá, el Gallo, Cagancho y Albaicín. De éstos, Curro Romero, Rafael de Paula y Morante de la Puebla.

Este, es el torero artista por excelencia. De esos que aparecen en las fiestas cada 50 años, porque el toreo de Morante es desgarrado, de alma, luz y arte rotundo. Sus verónicas mentón al pecho y capote a rastras trastocan la mente y paralizan el pensamiento. Sus muletazos brotan de la inspiración y así como quienes lo ven rompen el olés, otros enmudecen. Esa es la ventaja del “duende” que tiene Morante de la Puebla, porque es torero de sentimiento, para públicos especiales. Es de esos diestros a los que le cantan los poetas. Torero de rítmica pereza y explosión incandescente. Torero que germina el arte cuando su oponente se lo permite. Ojalá sea hoy la tarde de Morante en Cartagena. Pero torero artista hoy, no está sino el de la Puebla del Río.

jueves, 30 de julio de 2009

ENTRE EL MITO Y LA ILUSIÓN
Por Edgardo Pallares Bossa

El Nóbel de Literatura Samuel Beckett, anotaba en alguna ocasión que “El deber del artista es atreverse a fracasar”. Nada más exacto en esta expresión del irlandés, porque el arte como la literatura recoge los grandes misterios del hombre. Y nada tan lejos de la procacidad en esa afirmación que nos acerca sin querer a la ilusión y al mito. Porque nos orienta hacia un escenario mítico, como es la coqueta placita “La Serrezuela”, que absorta ya ve como su maderamen comienza a cobrar vida con el proyecto de restauración que hemos conocido y que alberga la ilusión de volver a admitir ese “Coso de Merengue” que señalaba el Papa Guerrero.
¡No se que ocurre! Si estamos viviendo en un mundo distinto ó si se trata de una gran novela, la cual debe respirar, debe tener vida y debe tener un mundo poético. ¡Pero la ilusión ya está allí! Y esperamos que se convierta en realidad.
Y es que “La Serrezuela”, donde aprendimos a ver toros, es un escenario singular, al margen de la nueva Plaza de Toros, porque como “La Serrezuela” ninguna, puesto que ese coso sandiegano que construyera Don Fernando Vélez Daníes, para ofrecer al mismo tiempo sosiego y divertimento a los cartageneros, quizá ahora reviva aquello a lo que le dio cobijo: el toreo. Porque en el toreo dos muletazos pueden ser geométricamente idénticos, pero estéticamente diferentes. Y por tanto, damos ese compás de espera.
Ojalá con su restauración entremos una vez más en esa dimensión, sujetos a unos valores que engrandezcan la comunión eufórica que nos inocula, como es la tauromaquia; y más que todo, por aquella belleza arquitectónica que evidenciaba una esbeltez en el mismo cóndilo de la loma serrezolana y que destacaba dentro del recinto amurallado. Lo importante de ello es que la Cartagena tendrá la taurina placita nuevamente conjuntada a diferentes servicios turísticos que darán el relieve necesario en la zona del centro histórico.
Por ello el proyecto es plausible. Y en nuestro mundo moderno, la materia ha de ser de buenos taurinos para aprobar estas circunstancias. Significa algo con bordados en oro, como para sacar del arca de la mente, miríadas de celebración. Que no sea solo ilusión y que se atrevan, que el fracaso no vendrá. ! Don Fernando, Don Carlos y Don Jaime “La Serrezuela” revivirá!